Esto no es un blog, es mucho más. Es la última bombona de oxígeno que me queda en ocasiones. Es cada centímetro de mi piel sintiendo la lluvia. Es un vacío aquí dentro que a veces araña provocándome vomitar las últimas mariposas que habitan en mí. Es el conjunto de monstruos que habitan bajo mi cama confesándome sus miedos. Es un polvo sucio y rápido. Es un jodido y precioso caos difícil de entender, así que no te pido que lo entiendas, pero sí que no te olvides de donde esta la salida.
miércoles, 19 de junio de 2024
La magia invisible de los lugares más comunes
miércoles, 5 de junio de 2024
Las personas de siempre en el lugar de siempre.
Las mismas personas y el mismo lugar de siempre, pero todo, absolutamente todo, diferente.
Entre estas paredes fuimos, durante un rato, invencibles y eternos en el tiempo; cada Viernes por la tarde jugábamos a ser quienes quisiéramos ser, soñábamos despiertos, nos ilusionábamos al ver lo que estábamos construyendo y nos emocionábamos con cada abrazo en el que el mundo parecía nuestro patio de juegos en el que seguir jugando y avanzando cogidos de la mano, y del corazón. Nos emocionamos, nos abrazamos, nos sentimos, nos enamoramos, nos desenamoramos, nos ilusionamos, nos reconstruimos, nos observamos y nos construimos como una familia preciosa en la que poder llegar hasta las estrellas juntos, a veces llegamos a vivir instantes tan mágicos y especiales que dudábamos de si esto era real o solo un sueño del que despertaríamos en algún momento. El tiempo ha pasado y muy lejos quedó todo esto, pero siendo sinceros debemos reconocer que nos ha quedado una historia preciosa, prometo que algún día la tendréis en vuestras manos escritas. La sensación es algo rara al comienzo, he vivido y sentido tanto por, gracias y a través de estas personas que me es imposible no tenerles un cariño especial, les quiero mucho y sé que les voy a querer toda la vida sin importar la distancia existente entre los caminos que estemos recorriendo cada uno. Siento una ternura estrujando mi corazón. un beso cálido en mi mejilla, un "que bien verte", unas carcajadas sonoras siendo la melodía perfecta de nuestro encuentro y miradas brillantes entre unos y otros con cierta pizca de nerviosismo e ilusión en su interior.
Hay ocasiones en que al mirar a algunas personas no ves tanto rostros, sino cofres repletos de recuerdos, supongo que por eso siguen brillando tanto siempre sus miradas y ellos mismos, jolín, les quiero tanto a cada uno de ellos, siempre van a ser algo especiales y diferentes al mundo de ahí fuera y esto si que es para siempre, la ternura y el amor poniéndome la piel de gallina, mis ojos aguantando las lágrimas al escuchar recuerdos pasados y felices y mis ganas de verles seguir cumpliendo sueños y siendo felices, se lo merecen, se merecen ser realmente felices y explotar de amor una y mil veces más, yo lo hice, salté al vacío y acabé volando rodeada de estrellas.
Creo que ya vi esta película tiempo atrás y no me gustó el final, nunca estamos preparados para despedirnos de quien ha sabido querernos bien y bonito, pero las despedidas son parte inevitable y necesaria de seguir creciendo, y sin ellas hoy no estaríamos viviendo este reencuentro.
Os quiero mucho y os llevo siempre conmigo allá donde voy, en muchas ocasiones me dijisteis varios de vosotros que llevaba aquí dentro cierta luz especial y que por eso era fácil quedarse cerca de mí, creo sinceramente que parte de esa luz no era nada más que el reflejo de quien tenía delante, gracias por aquellos años, por explotar de amor e ilusión y animarme a lanzarme al vacío, durante un rato fuimos imparables y eternos y eso me lo voy a llevar siempre conmigo, al igual que a cada uno de vosotros.
Menuda historia más bonita y especial me está quedando.
martes, 21 de mayo de 2024
Gestionando despedidas con buena letra y a paso lento
Me imagino una calle desierta, una sonrisa preciosa y un silencio ensordecedor, roto tan solo por dos nudos en la garganta de quienes coincidieron por el camino durante un pequeño ratito. Me imagino un "hace tiempo que no nos vemos" y unos ojos llenándose de lágrimas por los abrazos pendientes que quedaron, me imagino un "te he echado de menos" que ni me importa saber si fue recíproco o no. Me imagino un último café, una conversación pendiente que con el tiempo dejará de sentirse tan pendiente y un "que suerte he tenido de cruzarme contigo".
Respiro hondo, me permito romperme una vez más y aceptar tu recuerdo como la señal de vida, la prueba de que estoy viva y de que puedo sentir. Como una especie de maga sin trucos te colaste aquí dentro, o me colé yo en el interior de un castillo rodeado por murallas en el que dentro había una niña aprendiendo de sí misma; a este tipo de regalos me refiero cuando digo que sí merece la pena deshacerse de corazas y armaduras y mostrar, corazón y entrañas, a quienes creas que sabrán cuidarlo bien.
No te preocupes, pequeña, por lo que ahora toca desinfectar, curar y soltar; el miedo sigue pisándote los talones y probablemente él haya participado en tu huida mientras fantaseabas con ese "vamos a hablar, quédate un rato más"; no ocurrió, y quien sabe, aunque te cueste horrores comprenderlo hay personas que pasan para quedarse un ratito, aprender ellas de ti, tú de ellas o largarse juntas a respirar un poco de los miedos y del ruido de ahí fuera, me gustó la sensación, y por ello ya he ganado mucho más de lo que me imaginaba.
Ahora, pequeña Sunshine, frena y siéntelo todo sin miedos ni agonías, hemos venido a sentirlo todo, ¿recuerdas?, pretender hacerlo solo con lo bueno sería una utopía que nos impediría seguir creciendo, seguir aumentando el tamaño de la habitación que tenemos a la izquierda de nuestro pecho, nos está quedando una habitación y un reino precioso lleno de colores que brillan sin parar; las avispas de mi interior vuelven durante unos minutos a transformarse en mariposas capaces de volar bajo la tormenta, se transforman varias veces al día cuando pienso en el pasado, pero supongo que es parte del proceso.
"Eres suficiente", "lo hiciste lo mejor que sabías con la libertad que los miedos te permitían", "suficiente", "suficiente", "suficiente", deja de pensar, al menos durante un rato, y respira, hazlo tantas veces como necesites y permítete romperte en los brazos que sigan queriendo acompañarte, estás exactamente donde debes estar y, aunque a veces se te olvide, estás muy lejos de donde estuviste tiempo atrás.
Me imagino una calle desierta que se va llenando de gente, de ruido, de copas brindando y de música lejana procedente de un banco perdido, pero especial; una sonrisa preciosa acompañada de unos ojos que contienen un jardín secreto me observan, otros ojos tímidos se llenan de lágrimas por los abrazos pendientes, maldito nudo de mi garganta. Me imagino un "me ha gustado coincidir contigo", un "espero que todo te vaya bien, que seas muy muy feliz" y, seguido, un "sé que te irá bien, sé que serás muy feliz, o al menos te lo mereces".
Vivir sin corazas es una aventura con ciertos riesgos, pero realmente emocionante, me gusta ser así, me gusta descubrirme siendo más valiente de lo que creía que era; miro al cielo, me emociono con facilidad algunos días en que pienso en mi abuelo y en mi abuela, cojo un corazón temblando entre mis manos y les digo orgullosa: "mira abuelo, mira abuela, soy capaz de sentir todo esto".
Bendita escritura; ni me acuerdo cómo respiraba, sentía, soltaba y crecía antes de ella.
Gracias ♡
viernes, 17 de mayo de 2024
Cuando me permito los cuidados
miércoles, 15 de mayo de 2024
A quien está por llegar
sábado, 20 de abril de 2024
Tercios de cervezas sobre zonas sin desinfectar
jueves, 4 de abril de 2024
Pensamientos revoltosos
miércoles, 27 de marzo de 2024
Trasteros solitarios
martes, 26 de marzo de 2024
Carta de buenas noches...
viernes, 15 de marzo de 2024
Niñas guerreras
jueves, 29 de febrero de 2024
Estrellas fugaces
miércoles, 28 de febrero de 2024
Reconciliaciones y pañuelos usados
miércoles, 14 de febrero de 2024
Hoy es San Valentín y yo tenía ganas de escribir acerca del amor
martes, 30 de enero de 2024
La magia de los detalles
lunes, 29 de enero de 2024
Tolerancia a la incertidumbre
Si nadie nos enseña a recibir amor o cuidados cuando estamos rotos o sanando todavía, ¿por qué deberíamos saber hacerlo?, ¿y si todo el amor que ofrecemos a otros en realidad es lo que nosotros mismos estamos necesitando?, ¿Se puede ofrecer a otros y sentir que al mismo tiempo te lo estás dando a ti misma?, ¿es esta una prueba de que estamos en un lugar seguro en el que podemos desnudarnos?, ¿por qué las personas están tan obsesionadas en quitarse la ropa y la hipersexualización de los vínculos y temen/evitan tanto el desnudarse ante la mirada del otro?, ¿Qué es lo que me está removiendo en realidad; la exposición a la desnudez/vulnerabilidad o a mis propios miedos?, ¿acaso no es lo mismo?. ¿Cómo se apaga durante un rato tu propia cabeza?, ¿seguirían mis amigas llamándome valiente si pudieran verme por dentro?, ¿estoy siendo valiente o suicida?; acabo de recibir un abrazo en donde aún duele, en donde aún se percibe el rastro de una herida, entonces, ¿es este un espacio seguro?, ¿aquí se puede descansar de los problemas de ahí fuera?, ¿y todo esto como se lo explico a la niña de aquí dentro?, la tía es una cabezota de mucho cuidado y demasiado miedosa en ocasiones.
Echo de menos a demasiadas personas importantes para mí, algunas están demasiado lejos, otras andan más cerca, ando algo sensible y todavía no sé exactamente la razón por la que estoy así, pero me permito sentirlo, sentirme.
Abrazo el dolor y a los miedos mientras le susurro a la niña de aquí dentro que lo está haciendo bien, que estoy orgullosa de ella y que le quiero mucho. Pese a no tener ni idea de casi nada me sigue encantando ser tan intesita pese a las llorera de esta mañana. No pasa nada por improvisar un poco, este es un espacio seguro, respira, confía, todo irá bien.