sábado, 26 de octubre de 2024

Disculpas y culpabilidad indomable


Perdón por haberte presionado a ir a un ritmo que no era el tuyo, sobre todo, en cuanto a abrirse a las personas.

Perdón por insultarte.

Perdón por haberte prohibido llorar en momentos en los que lo necesitabas.

Perdón por haberte hecho sentir insuficiente/ poca cosa.

Perdón por decirte que no te merecías ese amor y cuidados.

Perdón por no creer en ti.

Perdón por hacerte ver, en algunos momentos, tu sensibilidad como algo malo.

Perdón por exigirte cuidar de otros cuando eras tú quien necesitabas esos cuidados.

Perdón por hacerte creer, con algunas personas, que no eras merecedora de esos cuidados si no había algo físico de por medio.

Perdón por haberte culpado de que algunas personas se fueran de tu vida.

Perdón por haberte exigido llegar a todo siempre.

Perdón por enfocarme más en la meta que en el proceso.

Perdón por dejar que otros o yo misma sobrepasáramos tus límites.

Perdón por no priorizar nunca tus deseos y necesidades.

Perdón por no haberte escuchado más.

Perdón por reprimir tu emoción del enfado y no haberte dejado mostrarla del todo ante otros.

Perdón por obligarte a seguir al resto cuando tú querías un camino diferente.

Perdón por no haberte querido bien.

Perdón por haberte dejado sola en momentos en los que me necesitabas. 

Perdón por hacerte creer los comentarios negativos de otros sin pararnos a analizar si eran ciertos o no.

Perdón por los momentos en los que te abandoné ante la ansiedad y el miedo.

Perdón por culparte por sentir emociones y sensaciones que son naturales.

Perdón por decirte que no podías conseguirlo e insistirte en dejarlo o huir, gracias por no hacerlo.

Perdón por hacerte sentir que había algo mal en ti que impedía a los demás conocerte/quererte.


Gracias por seguir aquí, conmigo, a mi lado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario