martes, 13 de agosto de 2024

Ganas que ganan al miedo


A veces, mientras tu mirada me aseguraba que no ibas a hacerme daño y tu sonrisa me invitaba a abrirme un poco más ante ti, he tenido ganas de besarte, soltar riendas y miedos y dejarme besar por ti.

He tenido ganas de probar un beso tuyo, de sentirte aún más cerca de mí y averiguar el sabor de tus labios; me he imaginado columpiándome desde el columpio de tu cuello, saltar hasta tu vientre y escuchar tu respiración, atreverme a darte un beso y dejarme llenar el cuerpo de otros besos tuyos. 

Perderme en tu mirada, encontrar ganas y deseo por escuchar nuestros nombres entre gemidos, atrevernos a mirarnos de una manera distinta, y no dejar de seguir encontrando en tus ojos la misma confianza y seguridad de siempre, esa que me asegura que todo irá bien, que al final esto debería ser lo menos importante de nuestra relación, y que un par de besos o un polvo deseado no debería hacer tambalear nada de lo realmente importante. Aún así, si algún día hay un beso, me gustaría ser lo suficientemente valientes o responsables como para hablar de nuestros propios miedos sin filtro ni caretas, solo así podríamos asegurarnos que todo siga siendo igual.

Me gustaría darte un beso, me gustaría que me dieras un beso solo si deseas hacerlo, atrevernos a jugar con nosotras mismas como si el miedo no existiera, como si dejarse llevar fuera fácil por toda la confianza y amor que nos tenemos, llenarnos de besos, escribir sobre tu espalda una carta de amor y pintar entre nuestros lunares y marquitas constelaciones preciosas, mordernos en las mismas zonas que un día nos atrevimos a confesar que aún dolían, y romper a reír en mitad del orgasmo mientras nuestras miradas juegan al escondite deseando ser descubiertas, ser sometidas a la verdad y nada más que la verdad. 

Reconocer nuestro propio deseo, tocarnos con la curiosidad de dos niñas descubriendo una nueva isla, adueñarnos de nuestro propio placer y compartirlo entre risas nerviosas, ¿qué pasaría si te robo un beso?, ¿pasaría algo?, ojalá ser lo suficientemente valientes como para ser capaces de dejarnos llevar si algún día nos apetece y lo suficientemente responsables como para asegurarnos de que nada cambie, de que lo realmente importante siga manteniéndose intacto por la ternura y el cuidado que reciben día a día.

A veces he deseado besar esa maldita sonrisa preciosa y dejarte escuchar mis latidos si recibía un beso como respuesta, a veces he deseado jugar contigo a escondidas, creer de verdad en que no me harás daño, y que un abrazo nos confirme que todo lo realmente importante seguiremos teniéndolo bien guardadito aquí dentro. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario