lunes, 2 de noviembre de 2020

Algún día ya no importará si nos estamos despidiendo o reencontrando.


Algún día ocurrirá, nos volveremos a encontrar en alguna de las muchas calles por las que ahora evito pasar, y será la misma calle, pero ya no será lo misma historia, aunque nos dará igual porque habrá pasado el suficiente tiempo como para que ya haya dejado de doler pensar en la zona de salidas, porque por fin habré sido consciente de que esa es la misma zona de llegadas que tantas otras veces nos ilusionó, y sólo la vida y algún tipo de energía invisible ante nuestros ojos pueden decidir si este momento es una despedida o un reencuentro. 
Ya habremos conocido otros lugares, otras emociones y sentimientos y, al fin y al cabo, otras personas.
Será un momento tan deseado y frágil a la vez que nos dará miedo decir cualquier cosa que pudiera estropearlo.
- Hola, no esperaba verte por aquí, pero me alegra verte, ¿a dónde vas?, ¿en qué aventura emocionante estás metida ahora?...
Me hablarás de dos o tres proyectos ilusionada, esos que no creíste que lograrías, me contarás los últimos viajes y lo enriquecedores que fueron, de varios baches que te enseñaron más de lo que creías que podías aprender en un comienzo, y de las personas que te han besado la carne, pero no el corazón, o tal vez sí, tal vez alguien haya conseguido por fin besar con el suficiente amor todos los miedos y complicaciones como para que todo parezca fácil, aún sin serlo.
Yo te sonreiré de la misma manera en que siempre lo he hecho y te hablaré emocionada de todo lo que he vivido, de como estoy, de mis aventuras pasajeras y de alguien nuevo que me canta canciones para dormir bien, y me encantará saber contarte todo sin pelos en la lengua, me parecerá fácil hacerlo hasta el punto de sentirme, tal vez, algo ridícula y frustrada por haber tenido que esperar todo este tiempo para poder hacerlo.
Entremedias se colarán algunos segundos donde ninguna de las dos dirá nada, sólo nos miraremos de la misma forma en que mirabas tu colegio el último día del último curso, y probablemente se me meterá algo en el ojo derecho que me haga llorar, tú sonreirás de esa manera tan peculiar, pero tan sincera que tienes... y no hace falta que digas nada, no hace faltan disculpas ni agradecimientos, ni recordar momentos que, aunque no te lo vaya a decir nunca, sigo recordando en ocasiones, todo eso sobra porque el momento será lo suficientemente mágico como para saber que tenían razón, a veces las cosas cambian cuando menos quieres que lo hagan, y lo vives como el fin del mundo al sentir que te han quitado una parte de ti, pero no es eso, nadie nos quitó nada, sólo decidimos pasar por la zona de salidas ante la curiosidad de averiguar que había al otro lado, y esta no nos mató, hizo todo lo contario, nos hizo libres y de esa forma firmamos el contrato de permanecer juntas para siempre, pase lo que pase.

Te diré feliz que he disfrutado cada rincón nuevo que he descubierto, y tú me mirarás orgullosa sabiendo que necesitaba todo esto, que necesitábamos perdernos, alejarnos, sentirnos desahuciadas de ese lugar que siempre será "hogar" para hoy volver a él, volver a ti y que algo dentro de mí vuelva a temblar ante el desconocimiento de si esto es una despedida o un reencuentro, ojalá que sea la segunda opción, ojalá que decidas quedarte o sino, seguir poniéndonos al día en cualquier otro momento y regresar a esos mismos lugares que nos vieron escribir aventuras que prometimos no dejar de vivir nunca.
Y no será igual, por supuesto que nada, absolutamente nada será igual, pero eso ya no será algo malo o que cause tristeza o nostalgia, será una hoja en blanco llena de posibilidades.
Y pensar que creía que esa era la despedida definitiva... uno siempre regresa a donde fue feliz y me alegro de haberte encontrado por aquí, no lo esperaba ni mucho menos, pero me hace muy feliz que seas tú quien ha aparecido saliendo de ese bar o de esa tienda y nos hayamos atrevido a mirar al pasado, aún sabiendo el riesgo existente a que pudiera esfumarse el momento y olvidarnos del ahora.

Ese día llegará algún día y será ahí cuando entenderemos que la zona de llegadas no tendría ningún sentido sin la de salidas, y te repito, desconozco si esto es una despedida o un reencuentro, pero me alegra haberte visto de nuevo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario