viernes, 6 de noviembre de 2020

Y sin saber cómo... el presente vuelve a ser lo suficientemente maravilloso como para no pensar en ningún pasado ni futuro.



Y después de una vida y media volví a verme con el artífice de sueños; un puñado de miedos a que ya no sea igual y otro de ganas.
No sé como lo consigue, pero parece que volvemos justo al punto en que el tiempo se congeló y parece que nada ha cambiado, todos los componentes imprescindibles de momentos pasados permanecen tan presentes como siempre y durante unos minutos no echo de menos ningún "ayer" porque el presente ha vuelto a ser tan mágico y maravilloso como siempre, dejo de intentar memorizar el instante porque sé que ni aún así podré hacerlo eterno, pero me da igual, ahora mismo lo estoy viviendo y me hace feliz el aquí y el ahora, necesitaba esto, necesitaba verte.
Y hablamos de todo lo que aún nos dificulta pillar el sueño con facilidad, de las nuevas aventuras y de dos o tres personas que ya no consiguen que nuestro órgano palpitoso tiemble tanto como antes, y nos felicitamos por ser conscientes de que no hemos muerto de frío.
Dos o tres cotilleos de los que nos hemos enterado y risas, muchas risas porque sabemos que lo estamos haciendo lo suficientemente bien para que lo que antes dolía ya no duela con tanta intensidad, y sentirnos así de nuevo libres de verdad.
Hoy llueve y estoy creando un recuerdo precioso a tu lado, necesitábamos todo esto; un par de cervezas, ponernos al día y acabar todas las conversaciones con un: "me alegro muchísimo".
 Y es que algo que tiene contarle tus días buenos a las mismas personas que te han visto en otras ocasiones rota del todo es que ves en los ojos de esas personas todo lo que has conseguido, y tenían razón, lo estoy consiguiendo, lo estamos consiguiendo.
También admitimos que echamos de menos a demasiadas personas, demasiados lugares y demasiados momentos, pero ahora ya sabemos que no podemos quedarnos ahí y que lo que ahora nos sigue pareciendo algo complicado o un mundo, algún día ya será más fácil o, al menos, ya no existirán tantos miedos bloqueándonos.
Y así pasa de ser un día más a un día increíble, y lo necesitaba, ambos necesitábamos todo esto, que el presente volviera a ser lo suficientemente increíble como para no pensar en un pasado que ya forma parte de nosotros para siempre ni en un futuro que todavía no ha llegado.
Y gracias, no sé como lo has o lo hemos hecho, pero como artífice de sueños que eres manipulas el tiempo a tu antojo y parece que nada ha cambiado, que todo sigue igual, menos nuestra forma de verlo, que por fin estamos consiguiendo eliminar cualquier vestigio de dolor y quedarnos sólo con aquellos momentos que prometimos hacerlos eternos, y lo hemos conseguido, el último abrazo es el primer abrazo de verdad que recibo desde hace meses y es la confirmación más bonita de que no hemos perdido nada ni a nadie, es más, todo lo que llevamos ya está aquí dentro para siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario