viernes, 27 de abril de 2018

No es un caso aislado, se llama patriarcado.


Querida mujer de fuego:
No sé como empezar, no puedo imaginarme como debes sentirte, sólo empezaré diciendo que aquí fuera todos te llaman "víctima", pero, yo prefiero usar la palabra: "superviviente", el problema es que en pleno siglo XXI, ninguna de nosotras debería serlo tan sólo por volver sola a casa.
¿Sabes?, creo que antes de estudiantes, trabajadoras, hijas, madres o hasta mujeres, somos personas y esa debería ser razón más que suficiente para que los lobos sueltos que te atacaron se pudrieran en la cárcel, pero, todos sabemos en que clase de sociedad vivimos.
Vivimos en una sociedad que desconoce la definición de violencia y que llama abuso sexual a lo que fue una VIOLACIÓN, vivimos en una sociedad que te ha estado observando estos últimos meses todo el tiempo por si acaso se te ocurría levantarte con las ganas suficientes para seguir adelante, y poder afirmar así, que estás perfectamente, que aquí no ha pasado nada (como siempre).
 Vivimos en una sociedad donde por ser mujer no te creen, donde buscan hasta debajo de las piedras falsas razones para condenar al menor tiempo posible a los que deberían pasarse el resto de sus vidas entre rejas, eso sí, tranquila que hay una ley que dice protegerte, y harán más leyes, pero es que señores diputados y diputadas, mientras discuten que leyes aprobar o cuales no aprobar, NOS ESTÁN MATANDO AQUÍ FUERA, nos están pidiendo que alcemos la voz, pero, cuando lo hacemos nadie nos cree y nos obligan a nosotras a ser las que busquemos pruebas. Nos están faltando al respeto día tras día día y nadie hace nada. Nos están obligando a elegir entre resistirnos y morir ahí mismo para que se le de la importancia que tienen estos temas o no resistirnos para seguir viviendo y que sólo sea considerado como un caso más de abuso sexual, nos estáis llevando a un precipicio apuntándonos con una pistola en la espalada y todos observan, pero nadie hace nada.
Nos queréis calladas y sumisas, que siempre estemos perfectas y que la altura de nuestras faldas no sea inferior a un valor concreto porque si no es cuando tienen lugar esas frases de: -Se lo iba buscando.
 He oído muy cerca de mí decir esa frase hasta en boca de otras mujeres, por favor, a esas mujeres: Hoy ha sido ella, pero, mañana puede ser cualquiera de nosotras y ninguna de esas personas que te alababa por ser una buena chica va a mover un sólo dedo por ti.
 Vamos a ser nosotras las que lo hagamos, sí cariño, vamos a ser las mujeres a las que has llamado "puta", "suelta", "guarra" o "marimacho" las que te den voz así que a esas mujeres: Paren de lanzar piedras contra vuestro propio tejado, contra vuestra manada, porque este grupo de mujeres es el que va salir ahí fuera si mañana no llegas a casa.
Que por quitarnos tantas cosas nos habéis quitado hasta el miedo y ya no hay vuelta atrás, que se acabó, que tenéis las manos llenas de sangre por haber dejado que mujeres perdieran sus vidas en manos de asesinos que deberían estar en la cárcel, y que no están o ya han salido.
No somos muñecas, ni la mujer de un hombre ni la secretaria de otro, y tampoco pretendemos ser buenas chicas, somos MUJERES, y llevamos mucho tiempo aguantando cosas que ninguna de nosotras deberíamos aguantar, pero, se acabó. No somos ni cinco ni seis las que estamos aquí fuera gritando, somos muchísimas más y esta vez, no vamos a callarnos.
Y a ti, mujer de fuego, que nadie te llame víctima, tú eres una superviviente, una mujer valiente que fue atacada por una manada de salvajes que en 9 años vuelve al bosque a por más, y son tus palabras las que no son creíbles y las que esta sociedad de mierda intenta guardar en el cajón del olvido.
 A ti mujer de fuego, decirte que tu manada está ahí fuera, que nadie te calle, no estás sola, tienes todo un ejército a tus espaldas, ellos no te creen, nosotras sí, así que no te sientas nunca una víctima ni alguien pequeña, eres muy muy grande y si acercas tu oído a este relato podrás oír a todas las mujeres y aliados alzando la voz, haciendo mucho mucho ruido para que no caigas en el olvido.

Si tocan a una nos tocan a todas, no tengas miedo querida mujer de fuego, tu manada ya está aquí y esta vez no vamos a callarnos, esta vez nos oirán todos y todas aquellas personas que miran a otro lado y, entonces los lobos empezarán a tener miedo al no tener escapatoria ante feroces caperucitas que llevan demasiado tiempo esperando este momento.






Imagen relacionada

El problema empieza al enseñarnos a todas a tener cuidado con nuestras forma de vestir para no ser violadas, en vez de enseñarles a ellos a no violar, y ya de paso...destruir la tóxica definición de masculinidad que aún existe. 

https://www.youtube.com/watch?v=bcrD6dMeL2U 

  Si tocan a una, tocan a todas, produce muchísimos orgullo como mujer que soy ver a tantas mujeres y aliados dispuestos a hacer mucho mucho ruido porque, hoy fue ella, MAÑANA PUEDES SER TÚ. 








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