viernes, 30 de marzo de 2018

Ven, acércate sin hacer ruido.


Ven, no tengas miedo, cierra los ojos y ábrelos cuando estés muy cerca de mí, tan cerca que hasta note tu respiración en mi cuello, ven, encadénate a mí y cierra el candado que une nuestros cuerpos, eres sueños cumplidos, versos perfectos...
Ven, permíteme averiguar el adictivo sabor de tus labios, cierra los ojos y déjate llevar, despacio, muy despacio...
Escribe todos tus deseos sobre mi piel una y otra vez, quédate a mi lado, no te vayas, no todavía.
No dejaré que escuches la parte triste de esta historia, no permitiré que te enteres de lo tanto que te echo de menos cuando no estás.
Ven, acércate, no tengas miedo, permíteme jugar con las yemas de tus dedos y unir todos los lunares de tu cuerpo.
Ven, acércate a mí, despacio, muy despacio, permíteme saborear tus adictivos labios mientras escribes sobre mi piel todos tus deseos...
Despacio, muy despacio...
                                             Átame a ti y hagamos que hoy nos envidie hasta la poesía más perfecta.

2 comentarios: