Esto no es un blog, es mucho más. Es la última bombona de oxígeno que me queda en ocasiones. Es cada centímetro de mi piel sintiendo la lluvia. Es un vacío aquí dentro que a veces araña provocándome vomitar las últimas mariposas que habitan en mí. Es el conjunto de monstruos que habitan bajo mi cama confesándome sus miedos. Es un polvo sucio y rápido. Es un jodido y precioso caos difícil de entender, así que no te pido que lo entiendas, pero sí que no te olvides de donde esta la salida.
martes, 13 de marzo de 2018
Resaca Rutinaria.
Enciende la luz para observarse, y en el espejo ve al monstruo que cuida de ella cada noche y que nadie conoce.
Ella es melancólica y explosiva, como un poeta que se echa a reír, como un mordisco lento mientras lloras; así es como la conocen todos los que están a su lado, así es como se muestra al mundo.
Hoy, ha sucumbido a los encantos de la nostalgia en una noche de cielo descubierto que se va nublando, despacio, a causa de las lágrimas que intenta esconder sonriendo constantemente.
Hoy; mientras todos reían, hablaban y saltaban ha llegado a tocar fondo sabiendo que sólo quedaba andar, y ha gastado tanto la suela de sus zapatos que ha decidido pararse y empezar a soñar con los pies en el suelo, mientras ríe a carcajadas de este siniestro.
Se mira al espejo, de nuevo, demasiada resaca para tan poco alcohol, vomita las últimas mariposas muertas y se toma una aspirina como si en ella fuese a hacer efecto.
Los cigarros ya no le saben a nada, enciende otro y pasa lo mismo, y pasan los días, y con ello, el tiempo.
Y ella sigue ahí, pidiendo auxilio a gritos sin que nadie se de cuenta...
Hoy se ha vuelto a mirar en el espejo y, esta vez, no ha sabido reconocerse entre tantas gritas, entre tantos arañazos.
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