lunes, 28 de octubre de 2019

No me gustan los Lunes


Hoy llueve, llueve mucho, es uno de esos días donde desde por la mañana las nubes mostraban un color grisáceo triste que pronosticaban fuertes tormentas a lo largo de todo el día.
Empezó chispeando y siendo la respiración agitada de alguien que buscaba un rincón donde resguardarse el único sonido que rompía el silencio, no se oían truenos, pero esa iba a ser una tormenta de las que durante unas horas sientes que va a inundarlo todo.
Empezó a llover con más fuerza y la respiración se hizo más agitada, sentía frío y llovía, llovía mucho y, aunque no era la primera de esas tormentas, el miedo aprovechaba estas ocasiones para hacerse fuerte e invadir todos los rincones de la ciudad.
Empezó a inundarlo todo y el agua arrasó con parte de la ciudad, el frío iba aumentando y sabía que no debía olvidar que después de cada tormenta siempre volvía a salir el sol permitiéndote entrar en calor, pero le resultaba difícil de creer ahora mismo.
Los miedos volvieron a tener el poder y la soledad de hace unos años volvía a presenciarse en cada silencio y en cada "No pasa nada, todo va a ir bien" que intentaba consolar a todos los habitantes asustados de la ciudad que temían que el tictac del segundero se detuviera justo ahora.
No encontró ningún refugio, o tal vez, lo buscaba pero deseando no encontrarlo, y se quedó ahí, bajo la lluvia, sintiendo el frío e intentando no olvidar que en algún momento dejaría de llover; no se movió ni hizo nada, sólo se dejaba empapar permitiéndose sentir y, poco a poco, la tormenta fue disminuyendo su rabia y tristeza controlada por el puñado de miedos y estos se volvieron a ir, o a esconder, dejando paso a unos rayos de sol que acariciaban la piel de los habitantes con delicadeza y que les permitía coger aire de nuevo y sentirse invencibles.
Lleva varios minutos mirando al techo y, pese a que no está por la labor de levantarse, lo acaba haciendo a regañadientes con un rostro algo apagado, hoy no va a ser su día, pero, en fin...
Se asoma por la ventana y observa el gris de las nubes que hacen que no sea molesta la luz que entra en su habitación.
Hoy va a llover, en Madrid y aquí dentro también. 

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