sábado, 13 de mayo de 2023

Escudos de papel

 

Hay algo de ti que sigue aquí dentro, y te juro que no te quiero cerca, y menos dentro de mí, pero aquí sigues, en forma de cierto dolor mezclado con miedo y con unas gotas de rabia que me hacen escapar de todas aquellas miradas y abrazos que no me resulten familiares.

Me da pánico volver a cometer el error de quitarme la armadura ante alguien que tenga mucha más experiencia en golpear que en curar, el miedo a sentirme como me sentí contigo cuando todo explotó por los aires me paraliza; desconocía que existen personas capaces de abrazarte desnuda hoy y mañana mostrarte que tú nunca fuiste importante en esta historia, que sólo fuiste un entretenimiento, el cuaderno de pintar usado por un niño al tener cargando su móvil y su PlayStation y no poder usar estos, 

Tal vez peco desde el privilegio de quien, como me dicen algunos, no ha sido suficientemente golpeada como para tener una visión más realista de las personas, o tal vez peco de inocente e ilusionada al esperar cuidados y amor siempre que tú los ofrezcas antes. Lo que sí tengo claro es que has herido, me has dolido mucho más adentro de lo que yo creí que te había dejado llegar, no sé... tal vez sigo siendo demasiado romántica o detallista, pero si hay que cuidar a todas las personas, a las que se desnudan ante ti. ya sea metafóricamente o literalmente, también hay que cuidarlas, sino los daños a posterior pueden ser lentos y dolorosos. 

Todo esto me desnuda de nuevo miedos e inseguridades que creía olvidados, entro en mi interior pocas veces, grito y escucho el eco de mi voz, ¿hay alguien aquí? pregunto mientras lloro, desde que la guerra terminó he intentado invertir parte de mis esfuerzos en reparar daños y volver a construir los cimientos de ese mundo tan bonito y especial que guardo dentro, pero reconozco que no suelo invertir mucho tiempo, me da miedo perderme en laberintos de los que creía haber salido. A veces me agoto y no tengo energía, en días como estos me limito a llevar a mi niña interna de la mano a palacio y observarlo todo sin hacer nada, solemos recordar con nostalgia partes de nosotras que ahora ya no están, pero que espero volver a encontrar, aunque ya no sean exactamente iguales a como eran antes. 

Me suelo sentir sola en muchos más momentos de los que me gustaría, no sé la razón por la que me siento así, desde fuera una niña preciosa no deja de decirme que me quiere y que no se va a marchar, muchas otras me miman al reconocer en mi mirada que ese "bien" que acabo de responder a la pregunta de cómo estaba no es del todo cierto. Me siento libre, pero a la vez me siento atrapada por el miedo, hace tan bien su trabajo que ni siquiera sé exactamente verbalizarlo sin ponerme a llorar, lo único que me repito en momentos de crisis es que no quiero volver a sentirme tan vulnerable y desprotegida ante alguien que no quiera más que llevarse un trozo de carne a la boca, pero a la vez me muero de ganas de reconocer que me equivoco y que el hecho de haber coincidido con alguien como tú no me asegura que todas las personas vayan a comportarse igual. 

Intento sincerarme con amigas y personas cercanas, pero me cuesta horrores, puta ansiedad y sensibilidad, acabo evitando cualquier atención dirigida hacia mí o limitándome a decir que tengo ganas de conocer y conectar con nuevas personas, sin hacer mención a la montaña de miedos que eso me sigue conllevando, sonrío mucho, me río mucho, e intento en ocasiones evitarme a mí misma prestando atención a otros, pero en el bus de vuelta a casa nace la verdad, nace mi mayor fantasía asociada a mi mayor miedo.

Me encantaría conocer a personas que se tomaran un café conmigo, de esos en los que el camarero te hace un dibujo bonito en la superficie porque es muy majo, y que me escuchasen hablar toda la tarde porque se mueran de ganas de conocerme, me cuesta mucho últimamente creer en que haya personas así, pero, siendo sincera, es mi mayor fantasía desde que te fuiste, demostrarme que me equivoqué contigo, pero que no todas las personas son como tú. Confío fielmente en que también existen personas que se siguen arriesgando a dejarse cuidar y desnudarse ante quienes creen que merecen la pena, en vez de golpear primero solo por haber tenido una vida en la que la que coincidieron con personas equivocadas. 

Y no te confundas, no te guardo rencor, no quiero que ninguna emoción ni nada parecido me una a ti, pero reconozco, aunque me mate la rabia, que sí me sigues doliendo, te lo reconozco porque en la carrera de psicología nos dicen que lo primero para curar es aceptar y reconocer la realidad, así que aquí está, aquí estás, presente en forma de un dolor punzante y de una tristeza en forma de nudo a la altura de mi cuello. 

He vuelto a ser muy miedosa con las personas nuevas por miedo a volver a equivocarme, me encantaría ser capaz de volver a desnudarme y mostrarme, pero el miedo me paraliza y lo escondo todo bajo una sábana en forma de "no se me dan demasiado bien las personas", no creo que sea verdad, o no del todo, pero me ayuda a evitar al miedo y al dolor, aunque sepa de sobra que esta no es la solución.

Ojalá hubieras tenido algo más de cuidado, ojalá no haber olvidado que desnudarse no tiene nada que ver con quitarse la ropa y haberte pedido después que te desnudases, que yo no iba a golpear, que en momentos preferí irme yo y que vieras que las cosas sí te pueden salir bien antes de que fueras tú quien disparases el arma haciéndose más fuerte tu idea de que debías hacerlo para defenderte. 

Somos personas muy distintas, yo prefiero la herida y tú evitar que te la puedan provocar a toda costa, por eso no quiero volver a coincidir con alguien como tú, porque al final con el tiempo sí he aprendido a protegerme de algún modo. Alejarme de ti fue mi vía de protección. Por ahora sigues aquí, una pequeña y dolorosa parte de ti la sigo teniendo en mi interior cada vez que quiero salir de mi zona segura, pero volveré algún día de estos, no a ser la misma ya que eso es imposible, pero volveré.

Volveré a conquistar este reino de aquí dentro, volveré a abrazarme y encontrarme, volveré a hacerlo, volveré a creer en el amor y abriré la puerta a todas aquellas personas que se mueran de ganas de descubrir qué hay aquí dentro, merece la pena, merezco la pena. He estado a punto de volver a perderme del todo, olvidarme y sentirme realmente pequeña, llegué a pensar que tal vez no se pueda sacar de mí más que eso, un par de polvos sucios, en ocasiones caigo de nuevo en esa creencia, pero sé que no es verdad, y que tal vez lo que de verdad ocurrió es que te asustó que alguien de verdad estuviera dispuesta a quererte y cuidarte esas heridas que traías de batallas pasadas. Espero que alguien te demuestre que eres tan merecedora de amor como el resto de personas, y que descubras a ese alguien mirándote en un espejo, pero conmigo no cuentes, soy o intento ser buena persona, pero no soy tonta, tal vez debí decírtelo al comienzo, la gente suele confundir ambos términos con frecuencia. 

Que te vaya tan bien como tú desees que le vaya al resto de personas. 


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