lunes, 22 de mayo de 2023

Cuando me ves, pero no me miras

 

Cuando todo se desmorone, cuando llore, cuando me rompa, cuando olvide mi valor o cuando pierdo durante horas mi mirada en una pantalla sin saber que estoy viéndola tan sólo por escapar de la realidad, cuando los miedos se hacen grandes y la valentía destaque por su ausencia. 

Respira, no dejes de respirar, y ten contigo el mismo amor y comprensión que muestras hacia otros, todo está o estará bien, crecer también es aprender a perder el control sin dejar de respirar, crecer también es aprender a que habrá momentos en los que necesitaremos de nuevo esos ruedines para avanzar, no te exijas tanto, abandona toda comparación y quiérete aquí y ahora, justo en estos momentos es cuando más nos necesitamos y menos estamos para nosotros, no pretendas cuidar de nadie bien si olvidas cómo hacerlo contigo. 

Aprende a abrazarte aquí, en la soledad, en la incertidumbre, en el miedo, en la envidia peligrosa y en la comparación odiosa, sorpresa: eres humana. Todo esto está bien, todo esto es necesario para crecer, nadie que realmente merezca la pena se alejará de ti tan solo por verte siendo una persona real, coge a esos miedos de la mano y dales un abrazo, enséñales la belleza de lo real y la belleza de atreverse a ser aún con esa montaña de miedos haciendo ruido. 

A veces tengo miedo, a veces me hago tan pequeña que ni me encuentro en el espejo, a veces vuelvo a engañarme diciéndome que solo estoy algo cansada ignorando el resto de ruidos incómodos, paso entonces a juzgarme con dureza, a castigarme por no cumplir los "deberías", a intentar amoldarme a unas normas o a un molde que no es el mío. 

Para, respira, es justo en estos momentos cuando más amor necesitamos darnos.

Nadie lo hará tanto ni tan bien como lo harás tú cuando te vuelvas a encontrar en ese espejo de nuestra pequeña habitación escondida. 

Respira, ante todo pronóstico, eso nos mantendrá a salvo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario