Esto no es un blog, es mucho más. Es la última bombona de oxígeno que me queda en ocasiones. Es cada centímetro de mi piel sintiendo la lluvia. Es un vacío aquí dentro que a veces araña provocándome vomitar las últimas mariposas que habitan en mí. Es el conjunto de monstruos que habitan bajo mi cama confesándome sus miedos. Es un polvo sucio y rápido. Es un jodido y precioso caos difícil de entender, así que no te pido que lo entiendas, pero sí que no te olvides de donde esta la salida.
jueves, 16 de julio de 2020
Pequeñas recaídas
A veces me pasa, vuelvo a caer en alguna de mis muchas autodestructivas manías y a sentirme demasiado pequeña, demasiado invisible ante la creencia de que no tengo gran cosa que aportar, y sé que no es verdad, pero, parece tan verosímil que caigo en el error de creérmelo y volver al punto de miedos e inseguridades del que intento alejarme.
Aunque, algo positivo conseguido en los últimos meses es no olvidar que esas sensaciones desagradables o dolorosas terminarán en algún momento y podré seguir creciendo, seguir avanzando.
No eres pequeña, no eres invisible, tú vales tanto como el resto.
Repítetelo tantas veces como sea necesario para que no se te vuelva a olvidar.
No pasa nada por volver a tener estas sensaciones, si no rascases no dolería, así que tranquila que esto pasará, y esta vez te encuentras ya en un punto en el que hasta puedes aprender también de estos momentos.
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