miércoles, 13 de mayo de 2020

Reconstrucción


Desconocemos el valor de los momentos hasta que se transforman en recuerdos, y es entonces cuando nos pasamos gran parte del día viviendo en ellos con los ojos cerrados, porque a veces cerrar los ojos es la única manera de ver a alguien.
Nosotros estamos en cuarentena, pero, ni cabeza ni corazón han querido ponerse en ese modo y, a veces, han hecho de las suyas desordenándolo todo en un espacio vacío que nunca ha estado vacío.
Hoy huele a verano, a abrazos que nunca creí que fueran tan imprescindibles, a canciones aleatorias que dejaron de ser aleatorias al escucharlas, a la humedad de la hierba después de una tormenta, a risas y gritos entre las calles de Madrid, a chocolate caliente del gofre de cualquier bar de Malasaña, al olor de las tiendas de ropa a las cuales acudes pensando en ese día especial, a pasta recién hecha, a chupitos con o sin alcohol que acaban la mitad en el suelo por el abrazo de quien acaba de llegar y se muere de ganas de dejarse la voz en la pista.
Huele a reencuentros en los que ya no me esforzaré por disimular la ilusión que me hacen, a fiestas donde lo de menos es el lugar, a batidos de fresa y chocolate, a flores, a ganas de vivir aventuras y de apagar cualquier pantalla, huele a tantas cosas que quiero en mi vida que por un momento he olvidado donde me encontraba y he creído que de verdad estaba en otro lugar y en otro momento.
Echo de menos ese "en nada ya nos vemos" o "bájate en 5 minutos que perdemos el bus" y sentir el pellizco por dentro sin importar el plan que sea.
Hoy me siento bien, no quiero tampoco engañarme, sigo sin encontrarme del todo a mí misma y la imagen que tengo de la chica del espejo la sigo juzgando muy frecuentemente con demasiada dureza, pero me siento bien porque hoy desde hacía ya varias semanas he vuelto a ver el futuro como un mar de posibilidades, de oportunidades, de proyectos mayores y menores con los que sentirme realizada, y es más, creo que esta etapa me ha ayudado a dejar de tapar con heridas otras que no estaban curadas y volver a mirar ahí donde dolía.
Y sentir como lo hacía me ha recordado que estaba viva, que puedo sentir infinidad de sensaciones, tanto agradables como desagradables con toda la intensidad del mundo, tengo la oportunidad de hacer lo que quiera, de soñar a lo grande, de escribir todo lo que quiera y algún día atreverme con un libro, de bailar y cantar hasta las tantas, de emborracharme si me apetece o de mandarlo todo a la mierda si lo necesito.
No soy un ángel caído del cielo, ni un ser de luz ni nada parecido; soy una persona como cualquier otra, me gusta salir de fiesta, a veces me emborracho y me paso con el alcohol, me gusta bailar, aunque no lo haga bien, me masturbo como todo o casi todo el resto de personas, me paso los días de cine de ver bajo la misma estrella a habitación en Roma, me pone muchísimo una de las actrices de esa película, me gusta llevar la contraria a las personas con las que tengo ya la confianza suficiente para hacerlo, probar cosas nuevas e intentar experimentar nuevas sensaciones.
Y en la mayoría de los casos no hago nada porque me puede el miedo a que pensarán de mí, así que observo mostrándome como inofensiva y súper dulce, y no es que sea tampoco lo contrario, pero, si para algunos "comportarse como dios manda" no incluye masturbarse, defender los derechos de cualquier colectivo oprimido, querer experimentar nuevas sensaciones a nivel sexual y fuera de lo sexual, vivir nuevas experiencias, emborracharse hasta las tantas, vestir y hacer lo que te salga del coño; si todo eso es pecado según algunos:
Entonces alabado sea satanás que al menos él si me deja disfrutar de mí y de mi vida sin tanta norma.
Como conclusión; la imagen personal sigue siendo donde más jodida me veo, pero, no tengo porque cargar con unas expectativas o planes de futuro que no he decidido, así que no aseguro nada porque ya solo el hecho de hacerlo me agobiaría, pero voy a intentar, poco a poco, dejar de quedarme en la barra del bar y empezar a bailar como a mí me de la gana; y si a alguien no le gusta, ahí tiene la puerta, no quiero en mi vida a nadie que me quiera a medias y para ello mostrarse al 100% es imprescindible, así que voy a intentarlo. 

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