domingo, 3 de mayo de 2020

Abrazar un cactus


Hola, hay un libro de Mónica Gae que me he leído infinidad de veces que se llama: Instrucciones para abrazar un cactus.
Me lo estoy volviendo a leer y, al igual que todas las veces anteriores acabo con el corazón algo encogido y con unos lagrimones impresionantes como buena DramaQueen.
Recuerdo que me lo compré en la feria del libro y que me lo firmó allí mismo, la fascinación de tenerla tan cerquita fue tal que no le dije apenas un par de palabras, al salir abrí el libro por la primera página y me pareció precioso el final del párrafo que acababa de escribir;
"te prometo que las espinas han dejado de doler".
Esto está relacionado con el prólogo del libro en el cual asegura que si se abraza el tiempo suficiente a un cactus dejan de doler las espinas.
En su momento, yo, ilusionada e idealizando cualquier cosa que tuviera que ver con Mónica Gae (el cuelgue que tenía con ella era importante) pues me creí esas palabras.
Pero, cada vez más y desde hace unos años me pregunto si de verdad dejó de doler o lo que ocurría era que ya no se sentía tanto el dolor al haber pasado a ser una parte de ti.
Creo que a veces ocurre lo segundo; abrazamos con tanta fuerza y ganas el dolor inicial con la firme creencia que así dejará de doler antes que llega un punto en el que las espinas del cactus las sientes como parte de ti, pero, eso no significa que haya dejado de doler, creo que simplemente hemos aprendido a medio gestionarlo y a respirar profundo cuando vuelva a doler demasiado.
Pregunta: si duele...¿por qué no dejamos de abrazarlo?.
Creo que se debe a que a veces los límites de la felicidad/placer y el dolor son confusos, y ya sé que son cosas completamente diferentes, pero, creo que permanecemos junto a ese cactus porque nos da miedo separarnos de él, sentimos que desde que le hemos abrazado estamos más cerca de ser quienes queremos ser, sería así como algo necesario por lo que pasar, o tal vez sólo estoy diciendo tonterías.
Menuda manera más autodestructiva de ser, aunque tampoco creo que sea del todo autodestructiva porque el dolor sólo se siente cuando estás despierto, es decir, cuando eres consciente de la situación, y ese es el primer paso para seguir creciendo, para seguir avanzando.
Así que no pienso decir ninguna mierda de esas de: ¡dejemos de abrazar lo que duele! o ¡busca algo que te haga feliz!, cada uno de nosotros podemos pasar por etapas en las que sepamos la razón por la cual hacemos algunas cosas y otras en las cuales no tengamos ni idea, pero creo que todos llevamos una brújula en nuestro interior que nos guía hasta cuando nos sentimos más perdidos, así que creo que debemos hacer lo que sintamos que debemos hacer.

Y sigo sin saber si el dolor desaparece o pasa a ser como una parte de ti que nunca se irá del todo, pero sea como sea, si sientes que no debes dejar de hacerlo entonces no dejes nunca de abrazar a ese cactus que por alguna extraña razón quisiste abrazar en su momento 

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