martes, 9 de octubre de 2018

Tan rápido como llega se va, y la verdad es que no me importa


Te acurrucas entre mis piernas escapando del frío, te dejas abrazar y sonríes, me hablas de mil cosas, algunas de ellas ni las entiendo, pero me gusta escucharte mientras me fijo en las distintas expresiones de tu cara. 
Pasan las horas, el frío ha desaparecido y los silencios se han apropiado de cierto componente mágico que hace que no sea nada incómoda su presencia.
No sé quién eres ni cuáles son tus planes de futuro, aún así sé perfectamente que después de dos, tres o cuatro veces no nos volveremos a ver y, probáblemente, ni lo echaremos en falta; así que hoy, ahora, no te muevas, quédate aquí, el frío y los miedos no se atreven a pasar, sólo estamos tú y yo, y te lo aseguro, hoy no quiero estar en otro sitio que no sea este.

No hay comentarios:

Publicar un comentario