Esto no es un blog, es mucho más. Es la última bombona de oxígeno que me queda en ocasiones. Es cada centímetro de mi piel sintiendo la lluvia. Es un vacío aquí dentro que a veces araña provocándome vomitar las últimas mariposas que habitan en mí. Es el conjunto de monstruos que habitan bajo mi cama confesándome sus miedos. Es un polvo sucio y rápido. Es un jodido y precioso caos difícil de entender, así que no te pido que lo entiendas, pero sí que no te olvides de donde esta la salida.
miércoles, 28 de julio de 2021
El Amor sabe a melocotón en almíbar
martes, 13 de julio de 2021
Los grandes cambios sólo ocurren cuando todo se desmorona
Estoy en ese momento en el que absolutamente todos tus planes, planificaciones y rutinas diarias se desmoronan y salen volando por la ventana obligándo a hacerte la temida pregunta de: "¿ Y ahora qué?".
Tenía pocas cosas que se mantuvieran organizadas y estables, y muchas menos las nuevas rutinas que creí que establecería; lo que ahora tengo es un cuaderno lleno de garabatos, colores, datos y números, probabilidades, e ideas y pensamientos desorganizados que no tengo la menor idea de si es posible encontrar un orden o un punto de equilibrio en mitad de ellos para alcanzar a ver algo claro, creí que había mejorado en gestionar este miedo a la incertidumbre, a la ausencia de control y a la necesidad de improvisar, pero ahora mismo creo que apenas he avanzado desde la última vez que experimenté este miedo; y el problema no es que la velocidad de mi adaptación al contexto en el que me encuentro sea demasiado lento, sino que con el paso del tiempo todo se vuelve más incierto, más caótico y más complicado de gestionar, al menos para mí, es parecido a un rompecabezas en el cual no sabes que movimiento llevar a cabo ahora porque los anteriores no han hecho más que dificultar su resolución.
Ojalá la vida tuviera en ocasiones un manual de instrucciones, no estoy segura de si con él las cosas serían más fáciles, pero te permitiría al menos olvidarte durante un rato que no tienes ni la menor idea de qué hacer.
Estoy algo asustada, me he alejado tantísimo de mi zona segura, de mis esquemas previos y de mis estrictas planificaciones que ya no pretendo encontrarlos de nuevo, me esfuerzo en descubrir cada detalle de mi alrededor y que sea la curiosidad la que me guíe y la que me ayude a vivir más y pensar menos, y lo estoy haciendo, lo llevo haciendo lo mejor que puedo desde hace meses, pero ahora y en más ocasiones de las que me gustaría vuelvo a las mismas sensaciones creyendo que podrán conmigo y haciéndome dudar hasta de las cosas más seguras que tenía.
¿Estoy yendo bien o por el camino que quiero?, ¿qué pasa si lo que para otros es la mejor opción para mí no lo es?, ¿debo entonces dejarme aconsejar y hacer caso a mi parte racional o voy a muerte a descubrir que hay al otro lado de las fronteras?, ¿este es el tiempo previo a cuando está a punto de ocurrir algo muy bueno o a cuando sientes que te equivocaste?.
Me siento perdida, pero esta vez no es con respecto a mí misma, conmigo misma estoy muy conectada y es algo que me gusta mucho aunque también me sienta algo sola a veces, me siento perdida en este lugar y en este momento, y me genera mucha incertidumbre porque conozco cada calle a la perfección, pero no sé muy bien en qué dirección caminar.
Necesito respirar un poco, parar de nuevo y alejarme unos metros para poder luego observarlo todo de una manera más clara, como si fuera un cuadro que parecía no tener sentido al estar mirándolo de muy cerca, pero el cual te acaba de mostrar un baúl lleno de diamantes al observarlo desde otra perspectiva; así que me voy a alejar unos metros a la vez que procuro no olvidarme de respirar mientras me abrazo muy fuerte, es aquí cuando más necesario es el amor propio porque es cuando más nos necesitamos.
Estoy algo asustada porque me encuentro muy lejos de cómo me imaginaba en este momento, no sé exactamente qué me espera ni por dónde caminar, pero a veces me gusta pensar que si me tengo a mí también tengo la capacidad de hacer de este tiempo extraño el tiempo previo a qué ocurra algo increíble que jamás habría podido tener lugar si no hubiera estado dispuesta a soltar todos mis esquemas previos.
No sé, tengo algo de miedo, y cuando digo algo digo mucho, pero mañana volveré a ser yo la que decida el tamaño de estos.
lunes, 12 de julio de 2021
Terrorismo emocional
lunes, 5 de julio de 2021
Bésame las entrañas como si fuera la primera vez
viernes, 2 de julio de 2021
El arte de estamparse y salir volando
jueves, 1 de julio de 2021
Sabor a primavera
Beso unos labios temblorosos mientras mis manos sujetan el rostro de alguien que nunca antes había dicho un "Te quiero" en voz alta; me pierdo en cada centímetro de tu piel mientras tus ojos me leen un cuento de buenas noches con final feliz.
Me preguntas qué es lo que te estoy haciendo, te respondo que no estoy segura y sonreímos como dos niñas pequeñas al contemplar la magia ante sus ojos mientras los miedos se hacen pequeños. Me gustaría quedarme a dormir aquí, sentir que no existe un lugar mejor, que mañana sea tu sonrisa lo primero que vea al despertar y que las ganas de besarla sean tantas que hasta no sea suficiente con un beso. Mi nariz choca con torpeza con la tuya y nos reímos, es una risa nerviosa y con algo de miedo habitando en su interior, ¿dónde está la trampa?, dibujas con tu lengua un corazón en mi pecho y lo besas después, cierro los ojos y un pequeño gemido se cuela en tu interior confesándote que aquí dentro todo se está derritiendo velozmente.
- Tengo miedo, sé que esto no va a salir bien.
- ¿Y si sí?.
Entonces nuestros ojos se humedecen sin dejar de mirarse al imaginarlo y nuestras sonrisas se transforman en el beso más precioso de aquella plaza abarrotada de gente, vuelvo a besarte y me muerdes con ganas de hacerme tuya mientras mis dedos se pierden en tu pelo queriendo tenerte bien cerquita de mí, tienes un sabor que hace imposible no volver a besarte, sabes a ese final feliz que probablemente no llegue nunca, sabes a planes de futuro preciosos, a los veranos de nuestra infancia y a una cita que jamás será recordada por nadie más que nosotras dos.
Tal vez el amor no sea tan complicado como parece y sean los miedos los que nos hacen verlo como algo difícil de gestionar, porque sentirlo es muy fácil, tanto que hasta nos sentimos algo ridículas de no poder explicar por qué estamos sonriendo en silencio.
Empiezan a brillar tus ojos en mitad de la oscuridad de la noche y los míos se vuelven completos adictos de esa forma de mirar que tienen, afirmas con seguridad que se debe a esas cervezas de hace unas horas y al hecho de no haber comido nada, te susurro escondiendo mi rostro en tu cabello que sé que esa no es la razón de ese brillo constante de tu mirada; menuda suerte, menuda putada, según por donde se vea, entonces vuelvo a besarte, a sentirte y a saborearte, sabes a todo aquello que prometí no volver a permitirme sentir, ¿qué estoy haciendo?.
Ten cuidado, hay zonas de aquí dentro que aún duelen, entonces las acaricias con tanto amor que las cicatrices se vuelven puentes hacia nuevos mundos, me regocijo en tu pecho, me abrazas y sonreímos a la vez.
¿Qué estamos haciendo?.