viernes, 11 de junio de 2021

2:14 y sigo sin pillar el sueño


A veces es raro, porque sé que necesito escribir urgentemente para no ahogarme pero no sé qué escribir, es parecido a ese tipo de tristeza que sientes en ocasiones y que no te hace llorar porque ni siquiera sabes identificarla con claridad ya que lo único que experimentas es un vacío que sigue doliendo alguna que otra noche; en muchas ocasiones siento que intento ir más rápido de lo que puedo y vuelvo a caerme, es cierto que también siento como voy mejorando, como voy adaptándome y evolucionando, pero ocurre todo tan despacio que me cuesta no intentar aumentar la velocidad, aunque sea sólo un poco.

Hace unos días escribí varias cartas volviendo a tocar aquellas zonas dolorosas de mi cuerpo, escribí sobre el puñado de pensamientos que nunca verbalizo y sobre la verdad en su máximo esplendor, pegué el sello y luego quemé las cartas, otras personas la tiran en una botella al mar, pero yo no quería que mi proceso terapéutico/intensito supusiera cierto nivel de contaminación, así que las quemé en la ventana ante la mirada de alucine de algún que otro vecino que confirmaba así que era una bruja, y no sé si fue por lo intensita que estaba ese día, por la playlist de música celta o por lo que en aquellas cartas quedó escrito, pero fue de algún modo liberador el hacerlo y el ver como las cenizas salían volando.

Una parte de mí está feliz por haber logrado muchísimas cosas que ni se imaginaba conseguir, pero la otra no tengo ni idea de cómo está, la siento agotada, pero desde hace un tiempo su cuidado y su atención está en mi lista de prioridades y es algo que me está viniendo muy bien.

No sé, intento cuidarme mucho y bien, hacer las cosas lo mejor que puedo, pero constantemente me encuentro en escenarios nuevos y ante emociones y sensaciones nuevas que nunca antes había experimentado, jamás habría imaginado que son tantas, y es como que estoy algo cansada de estar en alerta constante ante todo, estoy cansada de esforzarme tanto en cosas que parece que no le cuesta ningún trabajo al resto del mundo, estoy cansada de autosabotajes perfectamente planificados, de la lentitud de los procesos y de mí misma, pero es muy extraño todo porque, pese a estas sensaciones, tampoco diría que estoy mal, o no del todo, estoy en construcción, y el hecho de ser tan consciente de que el proceso de evolución en el que me encuentro no tiene retorno me asusta a veces porque ni yo misma sabría especificar en qué tipo de persona me estoy convirtiendo, conservo algunos aspectos importantes para mí, pero el resto está totalmente en demolición y no sé si son cambios a mejor o a peor, a veces intento observarlo todo desde la curiosidad y contemplar lo que va sucediendo, pero me cuesta demasiado, ojalá que este tipo de cosas fueran como los estudios y se pudieran mejorar en una biblioteca, pero creo que por eso mismo me cuesta, porque la única forma de mejora es la de salir de tu espacio seguro y atreverte, me encantaría algún día ser capaz de hacerlo siempre del todo, sería súper feliz.

En fin, no sé muy bien a dónde voy, estoy ya en un momento en el que estoy improvisando o inventándome formas nuevas de intentar llegar a algo, aunque no todo es malo, a veces entre las montañas, entre el furioso temporal y entre el conjunto de miedos aparece un área de servicio con vistas bonitas a un campo de flores y con personas con historias increíbles a sus espaldas, tal vez lo que necesito no sea más que eso, volver a encontrar otra área de servicio y ponerme a bailar entre las flores con la seguridad de que recordaré como se hacía.

Como de costumbre... yo que sé... sé que esta expresión no es nada poética, pero me define perfectamente en muchas más ocasiones de las que me gustaría. 

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