lunes, 27 de enero de 2020

Salida de emergencias


A veces me gustaría romperlo todo, salir corriendo por la salida de emergencias, tomar aire como si llevara demasiado tiempo bajo el agua y necesitara respirar ya, gritar en algún que otro momento que no siempre estoy bien, que no da igual, que me importa, que no puedo yo sola con todo, que me da miedo sentir que no soy capaz de conseguirlo, pero, me asusta la idea de pensar que nadie esté escuchándome en ese instante.
Luego llego a ser consciente de que lo que realmente necesitaría en algunos momentos, en algunos días, es escapar de mí misma, esconderme aunque sólo sean cinco minutos de las inseguridades, los miedos y la montaña interminable de pensamientos y recuerdo que, aunque a veces lo consiga, no es tiempo suficiente y duele, joder que si duele luchar contigo misma algunos días, porque hay veces donde nosotros mismos somos nuestros peores enemigos y los cuales nos provocamos más daño.
Pero, no todos los días van a ser buenos y no pasa nada, deberíamos dejar esa tóxica manía de querer estar bien siempre y reconocer que hay días donde hasta lo más pequeño puede contigo.
Me gustaría muchas veces verme a través de los ojos de otras personas y esto es algo que voy, poco a poco, consiguiendo más a menudo.
Veo alguien llena de colores y virtudes, de risas y de lágrimas, de fuegos artificiales y de montañas rusas de emociones contagiosas y no me creo que sea yo la personas que están viendo, no me creo que esa sea yo porque ayer mismo no era capaz de ver nada de esto, porque ayer mismo los miedos e inseguridades volvieron a provocarme la necesidad de salir corriendo y tomar aire y, de una forma u otra, hasta ahora siempre lo he conseguido, así que, las cosas van bastante bien, aunque a veces lo olvide, aunque a veces quisiera ir por la salida de emergencias, olvidando que nadie puede escapar de sí mismo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario