miércoles, 15 de mayo de 2024

A quien está por llegar


No me conoces, ni tú a mí ni yo a ti, pero ojalá poder conocernos pronto y crear una esfera, aunque sea un ratito, en la cual el mundo y la vida parezcan algo más sencillas de lo que son en realidad. Te voy advirtiendo que no soy fácil de conocer ni de cuidar/querer, intento ponerlo fácil, te lo prometo, pero sigo sin conseguirlo, supongo que por esto mismo me hace tan feliz fantasear con la posibilidad de conocer a personas con ganas de hacerlo, no sé, me gusta la posibilidad de conectar con las personas y sentir cada emoción y sentimiento tanto como mi corazón y tripas me permitan.
Es cierto que, al igual que lo bueno lo siento aquí dentro intensamente, con lo malo me pasa igual y a veces algunas zonas me duelen más de lo que me gustaría, pero no me arrepiento de ser como soy, desde hace años conseguí reconciliarme con mi sensibilidad del todo y apreciar toda la belleza que esta me muestra, un mundo invisible a los ojos de gran parte de personas.
No quiero pedirte nada, no quiero pedirte que te quedes, ni que me entiendas, ni que todo te parezca bien ni una atención desmesurada, solo quiero pedirte algo.
Tengo aquí dentro a una niña preciosa pintando corazones y flores en las paredes de una habitación llena de luz, a veces perceptible por parte de otros;
algunas personas nunca han entrado aquí, otras entraron tras años de ternura y cuidados, y otras con tan sólo una sonrisa, tres o cuatro de mis amigas ya son capaces de llegar a esa niña sin problemas, son expertas en mimarla y quererla bien. 
No sé si tú conseguirás llegar, ni siquiera sé si en algún momento nos conoceremos o no, pero... por favor, si quieres irte despídete antes. No hacen falta gestos grandilocuentes ni actos muy formales, sólo despídete, como quieras o como puedas, sé que no nos han enseñado demasiado esa movida de soltar, pero hazme ese pequeño favor, me suele costar el tema de soltar a quien me hace sentir a salvo de los monstruos de aquí dentro, y las despedidas, aunque no las gestione bien, me lo ponen algo más fácil.
Ah, y gracias, porque si me cuesta soltarte es porque antes hemos sabido agarrarnos desde el amor y la ternura, y eso vale todo malestar y sufrimiento de la despedida. 
Ya te he dicho que he venido a sentirlo todo bien adentro, sé que no es lo habitual y que si de algo sirven las corazas es de autoprotección, pero es que mi abuela me enseñó el amor así, permitiéndose sentirlo todo para que así, en el momento de la despedida, me quede un corazón repleto de amor, ternura y de pequeñas y mayores historias realmente preciosas. 
No nos conocemos, ya lo haremos, antes tengo mucho que limpiar y ordenar, pero por favor, hazme ese favor si algún día nos toca despedirnos.

Gracias y hasta pronto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario