viernes, 17 de mayo de 2024

Cuando me permito los cuidados


Ayer lloré entre los brazos de una de esas amigas que siempre sabe lo que hacer cuando todo se desmorona, me permití romperme entre sus brazos y dejarme acariciar en esas zonas que aún están en proceso de curación.
Le hablé del regreso de la ansiedad descontrolada y del miedo a que se quedara atada de nuevo aquí dentro, le hablé de mi abuela y de como la vida se volvía realmente sencilla y preciosa cuando entrabas en esa "casa de la abuela" del norte, le hablé del amor y de mi manera de amar a las personas, le hablé de quien fue capaz de hacerme sentir a salvo durante un ratito y de la nostalgia que sigo sintiendo cuando pienso en ella, le hablé de mi mejor amiga y de lo orgullosa que estoy de ella, le hablé de mis sueños y miedos, le hablé de lo que me gusta querer y cuidar a otros y de mis dificultades cuando otros lo intentan hacer conmigo, le hablé de mis pensamientos, a veces catastróficos, y de esta mezcla de tristeza y cansancio que aún seguía acostándose conmigo alguna que otra noche. 
Ella me escuchaba atenta y con un mirada dulce, sus brazos me acercaban a su pecho y sus labios me besaban la frente con sacos repletos de amor y ternura. 
Tras un silencio largo, pero cómodo en el que refugiarse, me ayudó a mirar aquí dentro y a empezar a parar toda la maquinaria para dedicarme únicamente a empezar a observar, hacía tiempo que no lo hacía y se notaba, luego me recordó que ya había estado aquí y que esto también pasaría.
"Esa tristeza que llevas ahí dentro no se va a ir hasta que no le dejes quedarse un tiempo en alguna de tus habitaciones, hoy pensarás un poquito en esas cosas que te ponen triste, no te preocupes, es parte del proceso, mañana pensarás un poquito menos y tendrás que seguir aceptando su existencia, pero en algún momento, antes o después, llegará la noche y te darás cuenta de que no has tenido tiempo para pensar nada en ello, será entonces cuando la tristeza ya se haya ido al comprobar que ya no es capaz de hacer tanto ruido. Mientras escribe pequeña, escribe tanto como necesites y de lo que necesites, escribe de lo que has sentido, de lo que sientes y de lo que te gustaría sentir, esa siempre ha sido tu mejor forma de mirarte hacia dentro sin hacerte demasiado daño.

Ya os dije que es una amiga que siempre sabe qué hacer y/o decir cuando todo se desmorona; no sabía que responderle, tan sólo permanecí unos minutos más escuchando el latido de su corazón y le dije que me gustaba sentirme cuidada y querida, ella me respondió que aprendió a hacerlo de la mejor y, entonces, nos fue imposible no rompernos a la vez.
Tengo a personas en mi vida a las que quiero con todo el corazón, que suerte sentir esto que siento con ellas y de que sigan estando muy cerquita de mí, algo muy bueno debí hacer en otro vida para seguir sintiendo sus brazos rodeándome hasta cuando soy más complicada de acompañar. 

Gracias ♡

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