Esto no es un blog, es mucho más. Es la última bombona de oxígeno que me queda en ocasiones. Es cada centímetro de mi piel sintiendo la lluvia. Es un vacío aquí dentro que a veces araña provocándome vomitar las últimas mariposas que habitan en mí. Es el conjunto de monstruos que habitan bajo mi cama confesándome sus miedos. Es un polvo sucio y rápido. Es un jodido y precioso caos difícil de entender, así que no te pido que lo entiendas, pero sí que no te olvides de donde esta la salida.
viernes, 29 de julio de 2022
La carta que jamás llegué a enviarte
jueves, 28 de julio de 2022
Acto de rebeldía
Me voy a permitir enfadarme si algo me hace daño porque tengo derecho a que las cosas me duelan y no restarle importancia.
Me voy a permitir el derecho de comunicar cuando la cagas o cuando me has herido, por amor a ti y sobre todo a mí.
Me voy a permitir besarme con cada persona con la que quiera hacerlo sin ningún tipo de tabúe ni de vergüenza.
Me voy a permitir llorar al descubierto y reconocer la existencia de la emoción que esté experimentando.
Me voy a permitir dejarme ver y consolar por otros igual que yo lo hice con ellos.
Me voy a permitir amar mis michelines, las marcas de mi pecho, mis pelos, mis arañazos en las piernas y mis granos en la espalda sin importar que me digan desde fuera.
Me voy a permitir emborracharme y perrearlo hasta el suelo con mis amigas sin importar el qué dirán de otras personas.
Me voy a permitir el lujo de coger al miedo de la mano y hacerlo igualmente, porque con o sin temores es lo que quiero hacer.
Me voy a permitir reconocer mis fallos, mis demonios y mi falta de conocimientos en el área del amor para ser conscientes después de todo lo que he conseguido, lo que hemos conseguido.
Me voy a permitir romper con el amor romántico, ese que me hizo sentir que no valía, y creeré fielmente en el amor que siento cuando la veo sonreír, esto sí que es amor verdadero.
Me voy a permitir romper todo el juego de la vajilla y no sólo un plato si es lo que necesito, que a Eva se la ve como la mala por haber mordido la manzana, pero en realidad su acto de curiosidad dio paso a todo lo demás.
Me voy a permitir llamar gilipollas, subnormal y todos los insultos que se me ocurran a ese baboso que me acaba de gritar cuando llegaba a mi portal que me iba a romper el coño porque estoy harta y porque lo que no voy a volver a hacer es quedarme callada.
Me voy a permitir sentirme feliz cuando vea triunfar a las personas de mi alrededor y a quienes ya no están a mi lado, a estas últimas me he preguntado muchas veces que les diría si tuviera la valentía suficiente y creo que ya lo sé: gracias por todo, ojalá algún día volver a encontrarnos, hasta entonces te deseo toda la felicidad que tu me hiciste sentir a mí en momentos.
Me voy a permitir reconocer que sí es posible estar enamorada de alguien y querer comerse a varias personas de vez en cuando, que esto es lo que siento y que es igual de válido a quienes no lo sienten así.
Me voy a permitir disculparme y perdonarme, porque soy quien más se merece una disculpa y, paradójicamente soy quien menos ha recibido ese "perdón", perdóname por haberte culpado de cosas que no tenias la culpa y, sobre todo, perdóname por haber tenido más miedo a perder a otros antes que a ti.
Me voy a permitir la libertad, el derecho de serlo y la obligación de ponerla en práctica cada día, porque durante muchos años fui como un ave encerrada en una jaula con la puerta abierta y sin salir pese a la envidia que sentía al ver al resto volar libremente. Pasaron muchos años y llegué a pensar que jamás saldría de ahí porque no sabía volar, o eso creía.
Pero un día la jaula se rompió, un día perdí a la persona que más quería, un día salí al centro y bailé todo lo que quería y más, un día la chica más guapa de la fiesta me besó, un día me dijeron que no les gustaba mi cuerpo, un día me quisieron para un polvo cuando lo que yo quería era un abrazo, un día me descubrí un poco ante mi madre, un día todo se fue a la mierda y lloré, por miedo y ante la incertidumbre de qué pasaría, pero ¿sabéis que es lo mejor?, que no me morí y que paradójicamente el día que todo se me fue a la mierda fue el día que descubrí que sabía volar.
Por esto y por mucho más me lo voy a permitir; ser libre, ser feliz y, sobre todo, ser, nunca he tenido tantas ganas y tanto miedo como ahora, pero sé que puedo salir volando de esta jaula y ser yo quien me baje la luna hoy, porque antes de nada y de nadie estoy yo, y esto no debo ni puedo volver a olvidarlo nunca.
Me lo voy a permitir y me da igual lo que me digan los de ahí fuera.
sábado, 23 de julio de 2022
Puta Ansiedad
Estoy hecha de pedacitos de muchas historias distintas e interconectadas ente sí, la vivencia de todas ellas han participado en parte de quien soy hoy y sobre mi cuerpo se ha ido creando un mapa de emociones y recuerdos que, aunque no se vean, existen.
Tengo tatuadas con tinta invisible historias que me hicieron sentir especial, querida y, en definitiva, feliz, pero también tengo otro tipo de historias tatuadas, son historias que arrasaron con todo como las llamas de un incendio, devoraron la aparente seguridad y confianza que crecía despacio pero sin pausa y asustaron a la niña interior que habita aquí dentro de formas tan agresivas y sutiles a la vez que hasta llegó a pensar que era ella la única culpable de lo que ocurría a su alrededor.
En ocasiones, en días muy buenos y tras muchas sesiones de introspección y autocuidados fantaseo con la idea de que lo único que guardo de estas últimas historias son los aprendizajes y el crecimiento personal que logré hacer tras ella, pero no es así, guardo los recuerdos emocionales de estas historias de forma visceral y mi cuerpo así me lo recuerda a través del llanto al hablar de ciertos temas, a través del nerviosismo o el temblor de mis piernas en algunas circunstancias y a través de la maldita ansiedad.
Me da mucho miedo experimentarla, con el tiempo aprendí a sentirla y controlarla hasta cierto punto, pero en ocasiones vuelve de golpe y sin previo aviso dispuesta a morder en aquellas zonas donde la piel está más sensible, escucho en mi interior un montón de alarmas sonando a la vez como si me estuvieran intentando proteger a toda costa de un ataque externo que en realidad no está ocurriendo, mi corazón empieza a bombear sangre con mayor velocidad como si en cualquier momento fuéramos a echar a correr y mis pulmones se encogen sobre sí mismos dificultándome la tarea de respirar con libertad, mi cuerpo se convierte como en una especie de banco que acaba de activar todas las medidas de seguridad ante la presencia de unos ladrones malvados, pero fuera no hay ladrones, no hay nada más que silencio y un puñado de recuerdos activándose de nuevamente.
Me tumbo boca arriba, cierro los ojos y sigo respirando despacio, "vete ya" suplico mientras me dura la ansiedad, mientras tanto descubro que todo esto lo ha generado un puñado de recuerdos de una de esas historias que se cuentan con un nudo en la garganta.
Al cabo de unos minutos mi llanto va cesando, consigo respirar mejor y me siento algo liberada, entonces descubro que sí, que ojalá se vaya la ansiedad en algún momento del todo o logre controlarla mejor, pero descubro que mi propia cabeza me engañaba y que no me iba a morir por permitirme sentir lo que estaba sintiendo y que al final, todas estas historias interconectadas son una parte de mí y en ocasiones el mayor esfuerzo y el mayor acto de valentía es ese, atreverse a sentirlas de nuevo con la seguridad de que podrás seguir respirando después.
Canción mientras escribía esto: Estoy hecho de pedacitos de ti; de Antonio Orozco.
viernes, 22 de julio de 2022
Benedetti a veces acierta de lleno
No te rindas
No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo tambien el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,
No te rindas por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada dia es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.
Tal vez ese sea el pequeño gran truco para llevarlo todo mejor, dejarse querer también cuando el frío queme, cuando el miedo muerda y cuando el sol se haya puesto, y recordar que eso es parte del proceso de ser reales, de ser humanos, recordando así que hasta en esos momentos seguimos siendo merecedores de amor porque a veces lo que más miedo da es esconder en nuestro interior aquellas tormentas que nos hacen humanos y que merecen ser compartidas.