viernes, 7 de octubre de 2022

Cuentos de buenas noches

 

Nunca imaginé lo feliz que me haría abrazarla mientras escucho su respiración y los latidos de su corazón, es uno de mis momentos favoritos con ella y tal vez por eso se pasen tan rápido. 

A veces intento frenar la pasión o ilusión y los besos que estas me hacen darle y le miro, jolín está tan guapa... y está conmigo, esta persona tan preciosa que rodea mi cintura con sus brazos es mi novia... wow, creo que en este instante soy la persona más feliz del mundo. 

Me gusta perder mis dedos entre su cabello y agarrarlo con todas las ganas que tengo de seguir besándola, de seguir cuidándola y, en definitiva, de seguir queriéndola. 

Me gusta decírselo, decirle que le quiero y que a su lado me acerco a ser la mejor versión de mi misma, que me encanta, que me sigo ilusionando cuando me llama preciosa y que si me dice que me quiere me cuesta no emocionarme. 

Me hace feliz, nos hacemos felices, vamos por ahí agarraditas de la mano a descubrir nuevos terrenos que conquistar y me siento invencible sabiendo que está a mi lado, que ella está conmigo y que yo estoy con ella. 

Y no sé, pero me imagino compartiendo mi vida con ella y me emociona la posibilidad, no sé qué pasará, ni siquiera sé yo misma que estilo de vida quiero, el cómo o el dónde o el cuándo, pero sí que me gustaría que ella siga conmigo, agarradita de mi mano, abrazarnos antes de dormir para espantar a los monstruos y acariciarnos nuestro cabello canoso mientras nos decimos lo tanto que nos queremos, no se me ocurre un futuro más romántico y brillante que ese en el que ella me abraza aún con más fuerza y más amor si me desvelo por la noche. 


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