miércoles, 12 de agosto de 2020

La fidelidad con los libros de mi mesilla


De verdad que lo intento, pero no lo consigo; me paso cerca de una hora en cualquier librería o biblioteca leyendo los títulos y la contraportada de cientos de libros con muchas ganas de que alguno de ellos me parezca lo suficiéntemente llamativo como para querer leerlo entero y no perder el interés y las ganas antes de haber llegado a la mitad, pero siempre pasa lo mismo y me siento algo culpable, como si  ese libro que tengo entre mis manos fuera realmente interesante o tuviera algo realmente especial, y que yo no he sabido encontrar por unas altas expectativas iniciales o por no haberle dedicado el tiempo suficiente, y como no quiero volver a esa sensación desagradable vuelvo a los mismos cinco o seis libros de mi mesilla de hace años, es ir por el camino seguro, por el camino sin imprevistos ni nuevas experiencias, y pese a haber perdido ya el número de veces que los he leído me siguen gustando tanto como la primera vez, pero me quedo con las ganas de que ocurra algo que no me espero, algo que me sorprenda y que no había leído antes, así que vuelvo a intentar probar con alguno nuevo con la esperanza de conseguirlo, pero son tan pocas las veces en que esto ocurre que me rindo fácilmente si no consigue atraparme con la suficiente intensidad como para llegar a la última página.
Creo que con las personas me pasa algo parecido.
Acabo siempre con los cinco o seis libros de mi mesilla como mis únicas opciones de éxito, pero me tienta la idea de volver a buscar alguno nuevo que consiga engancharme lo suficiente como para no querer llegar al final o que cuando esto ocurra querer volver a empezar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario