jueves, 29 de agosto de 2019

Tengo miedo, pero, no voy a frenar ahora.

Esta es la última vez que te escribo, que decido escribirte; porque sé que volveré a hacerlo, pero esa ya será por necesidad y me esforzaré por no hacerlo aunque sé que lo haré cuando sienta que el nudo de mi garganta aprieta demasiado.
Hoy he vuelto a quedarme dormida pensando en ti y, de ese modo, has pasado a estar un poquito más cerca de mí.
Te echo de menos y tengo miedo porque sé que dentro de muy poco tiempo ya tendré que ir aceptando que no estarás aquí.
Estoy rodeada de gente y busco el sonido de tus carcajadas, la arruga en el lado izquierdo de tu rostro cuando sonríes o el brillo de unos ojos, de tus ojos...
¿A quién quiero engañar?.
Estoy buscando(te) entre todas estas personas y sé, perfectamente, que no voy a encontrarte, pero ni te imaginas lo que me gustaría que estuvieras aquí ahora mismo, me bastarían 5min.
Y es que te miro y te elegiría mil veces más sin dudarlo, me pasa que me siento feliz al pensar que todos quieren tocar el cielo con las manos y yo lo abrazo deseando que se pare el tiempo en ese instante.
Me pasa que no te has ido todavía y que ya te echo de menos más que a mí misma, ojalá que algún día pierdas el billete de vuelta o, al menos, que tardes en encontrarlo para abrazarte el suficiente tiempo para que acabe oliendo como tú, y así no sentirte tan lejos.
Pero aún así y a pesar de todo, sé que no voy a olvidarme de ti nunca, que siempre serás esa persona especial de la que hablaré con un nudo en la garganta conteniendo alguna que otra lágrima, esas que ahora dejo que fluyan por mi rostro al anochecer y con esas canciones románticas que llevan tu nombre.
Hoy hace frío y tengo miedo de sentirlo dentro de mí porque el invierno no ha llegado todavía, tengo miedo porque llevo meses pisando el acelerador y ya veo el jodido muro que tanto me asusta, aunque, es subrealista, creo que nunca antes había sido tan feliz.
Y no, no voy a frenar, no quiero hacerlo aunque me esté muriendo de miedo, aunque sepa que esto va a ser más duro de lo que me imaginaba, aunque esté a punto de sentir como todo me atraviesa el pecho brutalmente no pienso frenar ahora.
Algunos me entenderán y otros me dirán que se me está yendo la cabeza, que esto es un acto suicida, pero, ninguna de esas personas saben de ti.
Y yo (te) pienso ahora y (me) digo que suerte he tenido de poder conocerte y que grandísima suerte que me hayas dejado estar ahí día tras día a tu lado, ¿cómo me iba a arrepentir de eso?.
Lo dije y lo diré siempre:
Repetiría este viaje inolvidable mil veces más siendo la persona más feliz del mundo que soy ahora aún sabiendo que las mil veces te acabarías yendo.
Además, no se puede ir del todo quien te sigue abrazando por dentro (¿No?).
Ya está ahí, ya lo veo, el maldito muro que me hará volver a la realidad y ante el cual siempre frenaba para evitar el dolor, esta vez no pienso frenar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario