jueves, 13 de abril de 2023

Efecto postraumático sin huidas


Aquí dentro en muchos más momentos de los que me gustaría hay tanto ruido que el propio sonido me reabre algunas heridas que creía curadas, generándome un dolor entremezclado con tristeza que me hace a veces llorar y otras hundirme por dentro durante varios minutos por sentirme que todo esto caló mucho más a dentro de lo que creía, aquí dentro hay tanto que ordenar y limpiar que a veces solo me limito a caminar entre escombros.

Todo ha pasado, la guerra ha terminado pero tengo cierto dolor, cierto miedo y cierta tristeza tatuada en mi piel con tinta invisible. 

De pronto me abrazan y lo primero que siento es miedo, me siento en silencio estando rodeada de personas y me pregunto si, aún en silencio, sigo siendo visible, me aterrorizan de nuevo las primeras citas o quedadas con alguien por miedo a no tener nada que aportar, mi ritmo cardíaco acelerado, el nudo de mi garganta, la ansiedad, el sudor, el temblor de mis labios cuando hablo de todo esto y esa pequeña tristeza continuada en mi día a día. Me echo de menos estando bien, siendo yo y creyendo en el amor ilusionada. Una niña pequeña me pregunta aquí dentro qué por qué sentimos tanto dolor, que por qué estamos así si yo misma le dije que no habíamos hecho las cosas mal, que las hicimos lo mejor que pudimos con las herramientas que fuimos teniendo.

Permanezco callada, no sé muy bien qué decir, nos abrazamos y lloramos a la vez y le prometo que todo irá bien, que volveremos a conquistar este y tantos mundos como podamos crear. Necesito que me quieran, que me quieran bien, que me llenen el cuerpo de besos y de amor con el que curar esas heridas y empezar todo esto haciéndolo yo misma. 

Respira hondo pequeña y quédate aquí, nos vamos a necesitar juntas, nos vamos a necesitar fuertes para volver a ser como éramos, o incluso mejores. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario