jueves, 29 de septiembre de 2022

Desde el escenario todo se ve mejor

 

Quisiera volver a ser la persona que soy cuando me subo a un escenario, pronto lo haré, pronto lo volveré a hacer.

Admiro tanto a esa persona... todo lo que a mí me da miedo o me bloquea a ella le sirve de trampolín para saltar al vacío sin pensar y ser capaz de hasta disfrutar el vuelo, esa tía es la ostia y en días como hoy me resulta difícil creer que sea la misma persona que la que ahora escribe estas palabras.

Me siento perdida, y la tristeza a veces se cuela en los diminutos espacios de heridas que todavía no han cicatrizado del todo para hacerme llorar sin permitirme conocer la razón exacta por la cuál lo hago.

He vuelto a sentirme diminuta, insuficiente, poca cosa y no válida, son sensaciones que llevaba trabajando hace tiempo y que creía haber superado, pero de golpe y sin previo aviso han vuelto haciéndome sentir tanto miedo que ni me atrevo a liberar del todo ante otros esto que ahora os cuento. 

No sé muy bien cómo va esto, no sé muy bien cómo funciona o cuál es el camino a seguir, yo lo único que quiero es escribir, bailar todas las canciones de la radio, tararear un puñado de canciones y seguir subiéndome a más escenarios, pero supongo que esta etapa, este momento es más complejo que limitarse a hacer únicamente esto. 

Ayer unas amigas viendo aquellas fotografías de instagram donde intento aparentar ser algo más sociable de lo que en realidad soy dijeron que era guapísima y preciosa; miré la fotografía, me esforcé por verla de la misma manera en que lo habían hecho ellas con las ganas de visualizar esa belleza, pero no lo conseguí, me consoló el hecho de que otras personas sí vieran esa belleza o "lado especial", eso significa que sigue ahí, ¿no?.

A veces, medio nostálgica y medio risueña, pienso en esa mujer que se sube al escenario cuando todo queda en silencio y se me llena durante unos minutos el pecho de orgullo y felicidad al recordar que soy yo, me gustaría volver a ser así, volver a encontrarme con ella y sentirme tan invencible y especial como me siento cada vez que subo a un escenario. 

viernes, 16 de septiembre de 2022

Minutos antes de quedarme dormida

 

Si somos sinceros el miedo no es más que la desconfianza hacia nosotros mismos que nos hace creer que no seremos capaces de algo. 

¿Si tienes plena confianza en ti misma puede existir el miedo?, tal vez sí, tal vez es de esas cosas que forman parte del significado de qué es la vida, pero seguro que es un miedo distinto al que te bloquea en ocasiones impidiéndote avanzar.

Nos pasamos muchos años de vida buscando "casa" en personas externas sin pararnos a pensar que casa debería ser lo que vemos al mirarnos al espejo, y sino es así deberíamos saber tocar y abrazar a ese puñado de miedos para convertirnos en nuestro propio hogar sin miedo a posibles recaídas y pérdidas de nuestro propio ser y sentir.

¿Y si eso a lo que tanto tememos es lo que más estamos necesitando?, derribarlo todo, que se venga abajo el edificio y que no quede más que caos y destrucción para que no nos quede otra que reconstruir desde los comientos, todos deberíamos pasar por esto una o varias veces a lo largo de nuestra vida para volver a conectar con nosotros mismos y restarle importancia y valor a los de ahí fuera. 

Que tal vez ahora nuestra mejor oportunidad de éxito sea perder, fracasar, saber caer y aprender cómo va eso de salvarte a ti misma, que más pronto o más tarde nos vamos a necesitar, mejor que no nos perdamos por miedo a perdernos realidades temporales que vivamos.

Y tal vez esto no sean más que pensamientos sin demasiado sentido ni cohesión, pero son mis pensamientos y a veces ayuda liberarlos un poco, aunque sea por la noche y a escondidas. 

domingo, 11 de septiembre de 2022

Últimas lecciones

 

Sonríe y el mundo se paraliza deslumbrado por ese "algo" que tiene y que te hace imposible no querer quedarse un ratito más a su lado; va por ahí escondiéndose a veces en el disfraz de alguien cualquiera o bajo armaduras que le impusieron en medio de batallas, pero ya solo quedan fragmentos de ellas, ahora se deja ver más sin escudo ni disfraz y aparece entonces una niña nerviosa mirándote con cariño y pidiéndote un abrazo o una muestra de afecto que algunos días volverá a provocar que se desborde el mar de sus ojos, pero esta vez será a causa de la felicidad y del amor que siente. 

Es una mujer especial y, tal vez lo sea porque estoy enamoradísima de ella o tal vez porque realmente lo es, pero no sabría explicaros con exactitud el porqué, simplemente lo sé porque cuando nos cogemos de la mano nos volvemos invencibles sin importar el lugar en el que estemos o las personas que estén a nuestro alrededor, es una manera preciosa de sentirnos juntas, de saber que si alguna se tropieza o mete la pata la otra se dará cuenta y sabrá esperar, cuidar y respetar nuestro propio ritmo individual. 

Con ella he aprendido mucho, del amor y de ella, y he entendido así esas palabras de una de mis poetisas preferidas: "no la quiero para mí, la quiero para todo", y es que quererla es una manera preciosa de ser libre, de vernos libres la una a la otra y decidir en mitad de esta libertad seguir caminando juntas. Yo no quiero fronteras en nombre del amor porque el amor lo único que debe tener es fronteras, que no límites. Yo quiero que cambie de trabajo si lo desea, que se largue fuera de España y conozca nuevos reinos, que salte de aquellos precipicios que le den miedo, que se bese con todas sus crush y con más si tiene la oportunidad y quiero que me lo cuente todo, contarle yo después todas mis aventuras por aquí o por allá y quedarnos dormidas abrazadas diciéndonos que nos queremos porque nos echábamos de menos, y esto no es fácil, no es fácil acercarse a ese amor sano y real, es una tarea lenta donde la comunicación y la confianza deben existir para poder proteger nuestro castillo de los feroces miedos y dementores que procedan de ahí fuera o de nuestro propio interior, pero lo estamos haciendo, estamos en un constante proceso de amor, aprendizaje y crecimiento conjunto y, a la vez, también personal.

Estoy enamorada de ella hasta las trancas, y por eso mismo le quiero libre, porque no concibo la existencia de un amor real sin la existencia de la libertad individual y conjunta. 

viernes, 9 de septiembre de 2022

El bajón de medianoche

 

Si deseas algo que te da tanto miedo que te impide acercarte a ello en ocasiones, ¿qué haces?.

Permanecer en ese bloqueo y en esa lucha constante contra esa montaña de miedos y pensamientos no es una buena opción a medio-largo plazo ya que te impide cualquier cambio en tu realidad actual; atreverse a salir de tu zona de confort y acercarse a eso que deseas es una opción tentadora desde un punto de vista teórico pero demasiado complicada en la práctica si no cuentas con las herramientas internas necesarias o no las tienes en un estado óptimo.

¿Entonces?

Algo que es importante recordar cuando estás en una de esas etapas que claramente no está siendo buena es repetirte que esto también pasará, que son sólo unos meses tontos en que todo está más confuso o caótico, pero es complicado permanecer y aceptar ese malestar durante esos meses mientras recuerdas a la perfección y con cierto cariño y añoranza a la persona que eras antes de que todo se te fuera de las manos, a veces te consuelas pensando en que esa persona sigue ahí, en algún recóndito lugar de ti aunque no consigas visualizarla, sí que está pero a veces podemos caer en la falsa creencia de que ha desaparecido. 

Intento hacer eso de aprender la lección o la enseñanza que dicen que traen los momentos o etapas negativas de la vida, aunque en realidad creo que a veces se dice solo como manera de consolarse ante las cosas malas que te ocurren, pero aún así lo intento, identificar qué debo aprender o por dónde debo andar para seguir avanzando, pero no consigo identificar ninguna señal con claridad, a veces visualizo todo en distintintas tonalidades de grises y se me escapa una lágrima al recordar la infinidad de colores que visualizaba en el mundo que ahora sólo veo grisáceo y nublado, te echo de menos, me echo de menos y me admiro y reconozco mi valor desde la lejanía y ante mi propia ausencia al mirarme en el espejo. 

Esto no es como uno de esos juegos de mesa con instrucciones en los que, aunque tardes, acabas aprendiendo a jugar sin necesidad de ver las instrucciones, aquí hay muchos más estímulos y factores que influyen más o menos en la partida que ya hemos empezado hasta sin ser demasiado conscientes de ello, busco en miradas cierto consuelo o validación de que esto que siento no me pasa únicamente a mí, en ocasiones la encuentro y me siento algo más arropada y menos sola durante unos minutos, es agotador la tristeza prolongada en el tiempo, aunque ni siquiera sé si es eso lo que me dificulta el conciliar el sueño por las noches.

Quiero volver a encontrarme, conectar de nuevo conmigo misma, ser yo, volver a mi mundo interno, recuperarlo y cuidarlo... ¿dónde está?, me siento muy lejos de casa, de mí, y me echo de menos hasta cuando sonrío para que nadie me pregunte cómo estoy, me lo preguntaron hace unos días y casi me pongo a llorar.

Respira, una, otra y otra vez, todo esto también pasará, mañana lo verás todo mucho más claro y volverás a entrar en ese mundo interior tan tuyo y que tanto bien os hacéis cuando estáis conectados. 

Te quiero mucho Laura y te echo de menos, vuelve pronto.