sábado, 5 de diciembre de 2020

Querido 2021:


Te escribo ahora porque, sinceramente, estoy deseando que llegues, aunque aún queden unas semanas para recibirte.
No voy a hablarte de este año porque ha sido demasiado en todos los aspectos, no ha sido mi año precisamente, aunque creo que este no ha sido el año de nadie.
El 2020 ha sido demasiado duro en ocasiones, sobre todo aquí dentro, aunque también me ha servido para demostrarme a mí misma que soy una personas mucho más fuerte de lo que creía, pero ya está llegando a su fin y, como cada año hago, quiero pedirte ciertos deseos o ayudas en algunos aspectos.
No sé en qué momento ha ocurrido, pero me he vuelto a perder a mí misma en este mundo y, con ello, la ilusión por muchas cosas insignificantes para el resto pero importantes para mí, es cierto que tal vez el agobio que estoy sintiendo en la universidad este año más que cualquier otro ayude a esto, pero no sé... yo antes bailaba más, cantaba más, no estaba tan aislada y hasta me hacía ilusión pasar mis apuntes a limpio con distintos colores o imaginarme historias con las personas del metro, echo de menos ese lado de mí, y no es que lo haya perdido, está en mi mundo columpiándose, pero me gustaría que volviera a este.
También me gustaría que volviera todo a encajar, funcionar o, al menos, encontrar las formas para que todo vuelva a avanzar, no pretendo que las cosas sean como antes ya que sé que eso es imposible, pero me gustaría volver a pensar en mil planes de futuro y, aunque no sepa con seguridad si ocurrirán o no, me gustaría perder el miedo a tener una rutina y volver a tener la confianza suficiente para hablar de cualquier cosa, me encantaría que eso ocurriera.
En la universidad me conformo con que me eches una mano para que no me invadan tantas veces las ideas de "no eres capaz", "tal vez no lo consigues"... joder he llegado hasta aquí yo solita, necesito creer y confiar más en mí y tener la plena seguridad de que puedo conseguirlo, aunque parte de mi salud mental se quede por el camino.
También te agradecería si le quitaras a este curso parte del sabor a despedida que tiene desde el primer día, o quítame a mí parte de los miedos al cambio, aunque he estado pensándolo y he descubierto que no es tanto los cambios los que me asusta, sino perder por el camino a personas que realmente me encantaría tener muchísimo más tiempo a mi lado, aunque ahora mismo no sepa cómo hacerlo.
Algo bueno de este año es que algunas cosas en mí sí he mejorado, pero como siempre, en el último momento y por las malas, perderme a mí misma durante meses me permitió descubrir a una tía increíble, súper soñadora, creativa, con una imaginación alucinante, una sensibilidad que me encanta (aunque a veces me juegue malas pasadas) y super ilusionada por todo, jamás la habría conocido si no fuera por su ausencia durante ese tiempo, como ya te he dicho antes, últimamente se pasa más tiempo en su mundo que en este, pero le entiendo, este año ha dolido demasiado en ocasiones, porfi haz que vuelva conmigo, tengo ganas de sacarla a bailar y de que se vuelva a sentir la tía más preciosa y más sexy del mundo delante del espejo con esos pelos de loca y esas ojeras por haberse acostado tarde. 
También, quiero agradecer al 2020 con toda la alegría del mundo la brujería o hechizo o lo que haya hecho con mi madre para que nos hayamos empezado a entender mejor, a ambas nos cuesta mucho dar hasta los pasos más pequeños, pero los silencios han dejado de ser incómodos en muchas ocasiones.
Este año ha sido complicado, son demasiados los momentos en los que me he autosaboteado, en los que me entró el miedo, en los que me he sentido triste o perdida, en los que me he quedado callada cuando no debería haberlo hecho, etc.
Pero, a ti 2021 quiero recibirte como una hoja en blanco llena de posibilidades y oportunidades, quiero sentir que puedo hacer que todo vuelva a encajar y a avanzar, quiero volver a ilusionarme muchísimo y que cualquier lágrima sea o de tanto reír o de emocionarme (no acepto otras alternativas), de verdad, lo quiero y lo necesito, el cupo de días tristes/duros/meteduras de pata/nostálgicos y cualquier otra sensación parecida ya está lleno, ahora me merezco todo lo contrario.
Y por favor, esto es de las cosas más importantes, cuídales ¿vale?, ya sabes de quienes hablo, también ha sido un año bastante duro para muchos de ellos, así que no te voy a pedir que me los dejes tener aquí cerquita siempre porque sé que eso ni siquiera tú puedes controlarlo, pero cuídales mucho y bien, aunque te digan que no quédate ahí cerquita por si acaso necesitan un puñado de magia.
Ojalá puedas hacer de las tuyas y ayudarme un poco en estos aspectos o mandarme algún tipo de señal o puñado de energías para poder vivirte, sentirte y recordarte después como un gran año, pero, pase lo que pase...mírame, estoy viva, estoy sana, tengo comida encima de la mesa, luz y un armario lleno de ropa, soy una personas muy afortunada por muchas muchas razones, el 2020 ha golpeado fuerte, pero no lo suficiente como para derribarme, así que aquí te espero 2021, deseando que seas un año mucho mejor que el anterior, pero vengas como vengas seguiré a pie de cañón luchando por mí y por lograr mis objetivos, sé que soy capaz de ello, aunque me cueste creerlo ahora mismo.
Te espero, tengo ganas de que llegues.

martes, 1 de diciembre de 2020

No hay mayor verdugo que el tiempo reclamando atención.

1-2-3 al escondite inglés...
La bala sale de una boca experta en mordiscos, pero no en besos.
Recorre un espacio lleno de vacío y el silencio se arrodilla sintiendo admiración o temor de que haya sido capaz de apretar el gatillo.
La piel se transforma en el búnker de un castillo de hielo, lleno de cerillas encendidas que se consumen mientras los latidos del corazón conectan la llama conjunta con la cuerda de una bomba llena de mariposas suicidas.
El temblor del suelo y la ausencia de movimientos hace ponerse en lo peor y cerrar los ojos contando los segundos que quedan para ser lanzada por los aires, deseando sobrevivir a lo que está a punto de ocurrir. 
La bala atraviesa el costado izquierdo de manera limpia y veloz, la sangre empieza a derramarse y la bomba que llevaba en el pecho explota entonces con un conjunto de orugas en su interior sintiéndose las mariposas más hermosas que jamás han existido en el reino.
Todo ocurre demasiado deprisa y la sangre no deja de salir.
Dos luciérnagas refugiadas en una mirada perdida ante la brutalidad de la escena tienen tanto miedo que hasta dejan de brillar durante unos segundos con una ínfima esperanza de que cuando esa niña mire debajo de la cama de sus padres no encuentre los regalos de Navidad.
1-2-3 al escondite inglés...
El gatillo acaba de ser apretado por el segundero de un reloj que no cesa su tic-tac y sólo quedan unos milisegundos para que esa bala cargada de tanta rabia como amor comience su trayectoria.
Venga, aprieta el gatillo o regálame una caja llena de orugas con ganas de volar, tú decides.
1-2-3 al escondite inglés...
Que nadie se mueva, que nadie respire, tal vez así los monstruos no se den cuenta que seguimos aquí.