martes, 22 de enero de 2019

No son casos aislados, son producto de la sociedad patriarcal


La verdad es que no sé como compartir esto pero tengo la necesidad de decirlo.
Yo había llegado nueva a un instituto donde no conocía a nadie salvo a un chico que era amigo de mi hermana.
Tiempo después,ese chico nos presentó a un amigo suyo.
Él entendía mucho de ordenadores,tenia como 3 años más que yo. Y un día a mi madre se le fastidió el ordenador que teníamos en casa, así que le dije al chico que viniese para ver si lo podía arreglar. Después de que lo arreglase dije de jugar un rato a la play,así que eso hicimos.
Mi madre nos dijo que se tenía que ir,que mientras podríamos jugar a la play o ver la tele. Minutos después de que mi madre se fuese,yo me dí cuenta de que el se iba acercando más hacia mí, ya que estábamos cada uno en una esquina del sofá. Sinceramente no le dí mucha importancia.

A lo que en pocos segundos estaba muy cerca y yo no sabia como reaccionar, en ese momento me quedé quieta,sin saber que hacer.
Empezó a meterme mano por detrás,debajo de la camiseta,intentando quitarme el sujetador. En cuanto lo noté,me moví hacia otra esquina del sofá.
Pero no sirvió de nada porque me siguió y se me puso delante. Me agarró fuerte las dos manos intentando besarme pero yo apartaba la cara y él me apretaba las manos.
En ese momento me quedé en shock,no sabía que estaba pasando (recuerdo que yo tenía 13 años y el tendría 16 aprox)
Y segundos después pude reaccionar,salí corriendo y me encerré en el baño a llorar.
Doy gracias a que en ese momento pude reaccionar,sino ya os podéis imaginar lo que hubiese pasado.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Necesito contar esto y es la primera vez que voy a hablar de ello en mi vida.
Me cuesta mucho y me da un poco de ansiedad, pero lo necesito, la verdad.
Hace un año quedé con un tío con el que me acostaba de vez en cuando y fuimos a un hotel muy cuco de esos rollo Zouk y bastante guay, nada más que sexo consentido entre dos adultos.
La cosa es que, un par de semanas después, volvimos a quedar, pero esta vez para tomar algo. Me recogió con su coche y cuando vi que nos metíamos en carretera pregunté a dónde me llevaba, pero no me respondió.
La cosa es que al final me llevó otra vez al hotel ese sin haberme preguntado siquiera. Cabe destacar que a esos hoteles sólo se puede acceder en coche y yo no conduzco, por lo que estaba totalmente atrapada allí.
Cuando llegué me senté en la cama todo lo encogida que pude y él empezó a cogerme de los brazos y las piernas para que me estirase, que tenía que ponerme más cómoda.
La cosa es que yo estaba claramente incómoda y a él le importó: nada.
Terminó por decirme que si le iba a follar o qué, que se había dejado 70 euros en la habitación y que algo tenía que hacerle.
Yo, por mi relación anterior, tengo serios problemas con el poder económico y me cuesta mucho ver que no tengo que dar nada a cambio de un gasto ajeno. ¿Sabéis que hice?, dejarme hacer.
Por si no era ya bastante horrible todo, añadir el detalle de que no se puso condón y además se quejó mucho de que yo no me movía.
No sólo sabía que me estaba violando, además le molestaba mi actitud al respecto.
Pasé medio año sin mantener relaciones sexuales de ningún tipo, ni siquiera me masturbaba. Me sentía sucia y no era capaz de entender que alguien se pudiera sentir atraído por mí. Consiguió que me sintiera basura en todos los aspectos.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------



Muchas gracias por la confianza a las dos personas que han querido compartir y darle luz a a dos casos de todos los abusos y agresiones sexuales que han sufrido y/o siguen sufriendo a día de hoy muchísimas personas.

domingo, 6 de enero de 2019

Te perdono.

Papá, te perdono.
Te perdono las noches en que el orgullo o la rabia te impidieron darme el beso de buenas noches y ese: "Lo siento" que sabías que me merecía escuchar, te perdono los gritos que rompían mi voz recriminándote mil cosas, pero, sobre todo, pidiéndote que por favor me escuchases, te perdono la imposición de todas esas normas carentes de sentido que sólo querían controlarme más de lo debido, cuando yo ya estaba a kilómetros de ti, pese a estar a tu lado.
Te perdono todas las frases que actuaban como cuchillos dispuestos a tocar heridas que aún no estaban cerradas del todo, te perdono esas frases de: "No sé hacerlo mejor", me gusta pensar que lo hiciste y lo haces lo mejor que puedes.
Te perdono esos momentos en que no valoraste que mamá estuviera a tu lado cuando yo ya no podía hacerlo, te perdono los instantes en que te considerabas con el derecho de decidir qué camino debía de seguir, te perdono todos esos momentos "no tan buenos" que llevamos y todos los que nos puedan quedar, te perdono todo el esfuerzo en quererme mucho, en vez de quererme bien.
Así que te perdono papá y lo seguiré haciendo pese a las dudas que pueda tener de si lo mereces y pese al esfuerzo que me pueda llevar dicha decisión, te perdono, pero eso no significa que vaya a olvidar algunas frases o situaciones, no puedo y, en el fondo, no me importa que se queden ahí, parte de quien soy se debe también a ese cajón de recuerdos.
Y mira, no lo sé, no sé si tu a mí me perdonas o me perdonarás lo que aún quede por vivir, pero yo a ti sí te perdono por la simple razón de que siempre he sido una persona mucho más grande que tú, aunque no siempre fui consciente de ello y por eso mismo te perdono, porque no quiero ensuciar mis entrañas con odio, con rencor, con gritos o darle fuerza a recuerdos que ya son parte del pasado; papá tú sólo eres una pequeña parte de mi vida, no voy a darte mayor protagonismo del que ya hayas tenido o del que puedas tener.
Aquí fuera, hay muchísimas personas que me quieren mucho mejor de lo que tu serás capaz de hacer, probablemente, en toda tu vida, que acariciaron con cariño cada herida y que me abrazaron y me abrazan espantado a todas las inseguridades y/o posibles sentimientos de soledad.
Y, admito que te agradezco que nunca fuera suficiente lo que tenía, lo que había conseguido, el intentar superarme Y lo que llevó logrado es gracias a eso en parte.
No sabes lo feliz que soy ahora mismo papá, lo soy, lo soy muchísimo y se debe, sobre todo, a la capacidad de perdonarte lo de ayer y mañana, pese al esfuerzo o el dolor que aún me pueda causar hacerlo a veces y, con ello, la capacidad de seguir avanzando, ser quien quiera ser y no quedarme atada a nadie ni a nada.

miércoles, 2 de enero de 2019

El día de Reyes


Me levanto, ansiosa, no sé si me habrán traído lo que pedí.

                             



                       Corro hacia el baño, abro los ojos con algo de miedo y me miro.


Sonrío; una, otra y otra vez, me veo guapísima hasta con estas pintas de recién levantada, bailo delante del espejo con esa torpeza propia de mí, pero, me gusta hacerlo, me gusta verme.


   Este año sí me han traído lo más importante que pedí.

                                                                                                                       


                                                                                                                                                 Gracias.