viernes, 22 de junio de 2018

Aquí fuera hay una manada formada por más de cinco y seis que exigen la igualdad que todavía no se ha logrado.


No sé por donde empezar, de verdad, no tengo ni idea, pero necesito intentar desahogarme, aunque sea unos minutos, y por eso estoy aquí.
Ayer salió la noticia de la libertad provisional de La Manada con la condición de pagar una fianza de 6000 euros, ¿en serio?.
VIOLAN a una mujer de 18 años, le exigen a ella que presente pruebas sólidas, le vigilan con un detective y se atreven a decir que está perfectamente tras el día que sufrió la VIOLACIÓN, es que claro, si no te quedas en tu casa destrozada, aquí no ha pasado nada ¿verdad? (como siempre), se conoce la existencia de vídeos y whattsaps que demuestran la asquerosa personalidad de los miembros de La Manada, uno de ellos se atreve a decir que no fue violación y que ella disfrutó más que ellos y por último se filtran los datos de la víctima (superviviente)... y todo eso se soluciona con 6000 euros y listo. Eh!, pero tenemos suerte, ese es el precio por violar a una mujer española, ahora... si se trata de una de las mujeres trabajadoras de la fresa en Huelva te sale gratis, que asco de sociedad.
Tras esto, ¿de verdad sigue habiendo personas que defienden que no vivimos en una sociedad patriarcal?.
Tengo, desde que conocí la noticia, un conjunto de emociones y ninguna de ella positiva; siento asco por el sistema judicial de este país, siento muchísima rabia por miles de razones, pero, sobre todo siento infinita rabia al pensar en esa mujer de 18 años, le están faltando al respeto una sociedad entera en la que si un hombre VIOLA, la mayoría del resto de hombre sólo centran toda su atención en restar importancia a lo sucedido y protegerle ante la ley, es surrealista la situación.
De pequeños nos decían: -Si te pasa algo tienes que ir a la policía y ellos se encargan; si eres un hombre, tranquilo, te creerán y ellos se encargarán de todo y si es algo grave tendrás a la sociedad de tu parte...pero si eres una mujer, prepárate, porque aunque seas tú la víctima (superviviente) vas a ser tú la que tengas que demostrar que dices la verdad y habrá muchas personas que no te crean, ¿por qué?, porque eres una mujer y el sexo biológico, aunque nos intenten hacer creer lo contrario, influye mucho en la manera en que el resto de personas se comporta contigo.
También, es triste decir esto en lo que se supone que es una sociedad "moderna", pero también siento algo de miedo porque esta vez ha sido una chica de 18 años, pero, podría haber sido cualquiera de nosotras y se me pone la piel de gallina al pensar como nos sentiríamos hoy.
No sé que deberíamos hacer ya, por supuesto con medidas tan incongruentes como estas seguiremos saliendo a la calle, dejándonos la voz frente al ministerio de justicia para pedir eso, JUSTICIA.
Pero, es que tengo la sensación de que no es suficiente y me provoca muchísima rabia e impotencia que hayan dejado libres a unos VIOLADORES basándose en que están separados respecto a la víctima con 500km de distancia y que no hay riesgo de reiteración delictiva, por favor... ¿cómo que no?, se sabe que no es la primera vez que violan a una mujer y no ven como algo negativo lo que ha ocurrido, sólo es cuestión de tiempo que se repita lo sucedido, en serio.... menuda gran mierda de país en el que nos ha tocado vivir, o mejor dicho, menuda mierda de sociedad y con esto, no estoy diciendo que nuestro país no tenga cosas buenas como que somos uno de los países en que más número de trasplantes se realizan al año, pero madre mía... en el aspecto de la igualdad vamos de culo, y perdonarme la expresión, pero, hoy no quería escribir para crear belleza con las palabras, sino, principalmente, para desahogarme de esas emociones que conviven conmigo desde que se conoció la libertad provisional de La Manada.
Me hubiera gustado empezar este texto dirigiéndome a la víctima (superviviente) de La Manada, pero, en esta ocasión no me siento capaz de encontrar las palabras, es que no puedo imaginarme como debe sentirse, me parece una enorme falta de respeto hacia ella y hacia todas las mujeres de este país la libertad provisional que se ha concedido a esos cerdos VIOLADORES.
No creo que la solución ante las injusticias como estas y la violencia sea más violencia porque creo que eso sería ponernos al mismo nivel que ellos, y el feminismo está muy por encima de eso, pero, de verdad, es que me gustaría como encontrar una fórmula mágica para que la sociedad empezara a tratar a todos por igual, sean hombres o mujeres, aunque sé que no es así, que se necesita aún muchas medidas para lograrlo.
Querida mujer de fuego, esta vez sólo voy a decirte una cosa que ya te dije la última vez: NO ESTÁS SOLA, de verdad, no es que ahora el feminismo esté de moda, no, no es eso, es que muchas mujeres nos hemos cansado de esperar un cambio que no llegaba, nos hemos cansado de los malditos "piropos" que nunca hemos pedido y hemos encontrado en mujeres que llevaban años con los ojos bien abiertos y gritando por lograr esa igualdad que todavía no tenemos el apoyo, la fuerza, el escudo y la energía necesaria para sentirnos cada una de nosotras muy muy valiosas,grandes e invencibles porque, aquí fuera, querida mujer de fuego hay otra manada que lleva años alzando la voz y de la que me siento orgullosa, poco a poco, de formar parte de ella desde que entré en la universidad.
Así que no, no es que ahora el feminismo esté de moda, es que nos hemos cansado de muchas cosas y de esperar un cambio que no iba a llegar si no nos levantábamos y empezábamos a gritar juntas, unidas y exigiendo a nuestra sociedad la igualdad que todavía no hemos logrado.
Aquí fuera hay muchísimas mujeres que, perdonarme la expresión, pero hay muchas mujeres que estamos hasta el coño, que no podemos más, que nos estábamos ahogando en un silencio que siempre nos habían exigido, ¡se acabó!, como se diría: -Habéis tirado tanto de la cuerda, que la habéis roto.
Ya no hay vuelta atrás, la justicia no nos protege ni deja a esos Violadores en la cárcel y con esto se aprecia claramente la sociedad tan heteropatriarcal en la que vivimos.
Querida mujer de fuego, aquí fuera hay muchísimas mujeres, una gran manada formada por más de cinco y seis personas, eres una superviviente, te lo dije la última vez y te lo vuelvo a decir, aquí los únicos culpables son ellos, ten la cabeza bien alta por favor, no estás sola, de verdad, hoy más que nunca tienes tú y cada mujer de este país a una manada protegiendo y alzando la voz por cada una de nosotras, algo que debería hacer la justicia, pero ya hemos comprobado en que clase de sociedad vivimos.
Y recuerda, nosotras sí te creemos.





miércoles, 6 de junio de 2018

Carta a la Laura del pasado de hace un año exactamente.


Que desnudarse es mucho más que quitarse la ropa, que la confianza se ha escondido por todos los golpes que recibió y ahora es muy difícil dar con ella, que la libertad fue violada por un hombre que siempre tuvo miedo a ella, que los gritos se han apoderado del maldito silencio impuesto y ahora todo el mundo se ha dado cuenta de que ocurría.
Que hay muchas casas y muy pocos hogares, que el frío es mucho más que una baja temperatura y que el calor está perdiendo con los años la batalla, que el amor es amor y nadie tiene derecho a poner normas o condiciones, que los miedos están yéndose velozmente porque saben que nos hemos dado cuenta que nosotros somos sus dueños, aún así, siguen teniendo en su posesión algunas víctimas que desconocen esto último, por eso debemos seguir alzando la voz, porque es lo que deberíamos haber hecho durante mucho tiempo y no lo hicimos, pero, hoy, mañana o pasado saldremos ahí fuera y seremos lo suficiéntemente valientes para mostrar el color de nuestra alma, para no aguantar ni un segundo más esa mano en el cuello que va apretando más fuerte cada día.
Que ya se han ido muchos y se seguirán yendo, pero, los de siempre, los que sabían que este momento llegaría seguirán ahí, cuidándote las espaldas, llenándote de fuerza.
También te dirán que has cambiado, que vuelvas a ser la de siempre, que así ya no es igual, y tú todavía seguirás quedándote en silencio aunque te mueras de ganas de alzar la voz, tal vez, el miedo por sentir que las cosas están cambiando te invada las entrañas, pero por primera vez, eres consciente de que necesitas ese cambio para tomar aire, que por primera vez lo estás haciendo por ti, y claro, eso debe dar rabia a personas que siempre te han tenido para ellos y ellas.
Así que a ti te digo que ni se te ocurra dejar este camino, que el miedo esta vez no va a poder con nosotras y que para nada estás sola, siempre ha sido algo que te han hecho creer, pero no lo estás.
 Que no vas a perder a nadie, tan sólo empezaras a quedarte con los que siempre te animaron a que no aguantaras ciertas a cosas, a que gritaras, bailaras y te volvieras completamente loca si eso es lo que necesitabas, y por fin lo estás haciendo, pasito a pasito, con las inseguridades de siempre ahí detrás, pero, están perdiendo la batalla, están haciéndose pequeñitas, pero aún están ahí, intentando controlar la situación, así que ten cuidado, todavía no han desaparecido.
Ahora mismo, en ese momento en el que estás no ha comenzado nada y sé que crees que no lo conseguirás y que te espera quedarte otro año entero en el instituto... para nada, no te rindas, sé que estás en ese momento en el que resulta una opción tentadora, pero te aseguro que merecerá la pena no hacerlo, estás a punto de conseguir llegar a la carrera universitaria que creías que no ibas a llegar y aquí, ahora, hay muchísimas cosas que te harán ir por este camino, que vamos a saborear el sabor de la libertad, sí, esa que siempre quisimos y que por no tenerla siempre nos pesó demasiado, ha llegado, bueno, una pequeña parte de ella ha llegado, la otra deberemos ir lográndola juntas, poco a poco.

De verdad, sé que hay una Laura que siempre nos ha hecho sentir pequeñas, que nos ha recordado y que a veces nos sigue recordando todos los defectos y torpezas delante del espejo, que siempre nos ha impuesto ese maldito silencio, que su mayor objetivo era estar a la altura de lo que le pidieran todas las personas y la sociedad, pero, ahora somos nosotras, la que siempre quiso gritar muchísimas cosas, romper las paredes y no lo hizo, la que se sigue emocionando e ilusionando con facilidad, los pies en el suelo, pero, la cabeza en las nubes, la que sueña con con los ojos abiertos, la que se muere de ganas de llenarse de felicidad y fuerza, esa... esa Laura que siempre hemos escondido está ahí, tal vez con algo de miedo, ya la conoces, demasiado temerosa ante las cosas nuevas, pero está ahí... sonriendo delante del espejo y empoderándose como persona tan sólo con esa sonrisa, sigue teniendo la "magnífica" capacidad de ver todos los pequeños y mayores defectos que le gustaría corregir, pero, han parado de ser la razón por la que no mirarse demasiado en el espejo.
Querida Laura del pasado:
Te conocí hace unos años y fue delante de un espejo, no fue ese el mejor día, pero tuve la oportunidad de conocerte en el fondo de esos ojos llorosos y creo que nos dimos cuenta que este cambio que he empezado y que tú empezarás en nada era necesario, romper las normas, las barreras, los silencios impuestos a la fuerza y las pequeñas injusticias que tuvimos que aguantar bajo la frase de: -La cosas son así, -es lo que te ha tocado.
Y no te estoy diciendo que vaya a ser fácil o que esta batalla ya está casi ganada...
esto no ha hecho más que comenzar, pero por fin ha empezado, dando luz a esa Laura luchadora y, sobre todo, llena de ganas, con un ejército enorme por si acaso los miedos nos capturasen y nos hicieran retroceder; ¿te acuerdas cuándo por la noche, tiradas en la cama, nos hacían sentir completamente solas en esa habitación?, estuvimos a nada de creérnoslo y aceptarlo, menos mal que no lo hicimos.
Mucho ánimo, hace un año, en ese momento en el que estás, estuve a punto de mandarlo todo a la mierda y, sinceramente, no sé que fue lo que me lo impidió, pero no sabes lo orgullosa que estoy ahora de no haberlo hecho, así que no lo hagas, sé que te han dicho esto muchísimas veces, pero, aguanta un poco más, sólo unos meses más, te aseguro que muchas de las cosas que siempre hemos necesitado para poder respirar están a punto de llegar.
Y, que nadie te haga sentir pequeña, no lo eres, no lo somos, es hora de empezar a ganar batallas a este mundo muerto.