martes, 28 de noviembre de 2023

Procesando


De alguna manera, algunas piezas van encajando con otras desprendiendo cierto brillo, a la vez se abren las ventanas de par en par para mostrarme nuevas tierras que ahora observo con algo de temor, pero también con ilusión. 
Hay mucho por descubrir; voy trazando un camino con pasos indecisos pero con la seguridad de que es mi propio camino y con la alegría de haber empezado a caminar aunque desconozca el destino, ¿y si no lo hay?... conozco a muchas personas que mueven tierra y cielo por encontrar el camino que les lleve a un destino concreto y, al final, es tanto el temor y la presión a no encontrarlo que terminan sin atreverse a dar un solo paso.
Pero yo lo he hecho, observé ese abrirse la ventana justo cuando la puerta se cerró y decidí empezar a caminar por un camino nuevo para vivir una nueva aventura. La vida a veces puede generarte tanta ilusión como vértigo por vivirla, estoy volando sobre un nuevo bosque lleno de misterios, retos y nuevas historias por escribir, me tiemblan las manos y las piernas a causa de una emoción mezclada con unas gotitas de miedo, respiro hondo y decido seguir caminando, lo voy a hacer bien, confío en mí. 
Acabo de aterrizar, todavía estoy descubriendo mi alrededor, observándolo y sintiéndolo, estoy aprendiendo a bailar al ritmo de nuevas melodías y a emocionarme al ver a mi propia niña interna entrar segura de sí misma en este colegio, quien lo diría...
Las piezas van encajando, al juntarlas empiezo a distinguir algunos colores, algunas nuevas emociones y, aunque hoy ha sido un día en el que nada sale como quieres, sigo recordando sobre todo en estos momentos que las piezas van y seguirán encajando, y que sino siempre podré deshacerlo todo y volver a empezar para descubrir nuevos caminos.